REDES

segunda-feira, 31 de janeiro de 2011

Las damas mueven el tablero

Año 3. Edición número 141. Domingo 30 de enero de 2011
Por Ricardo Romero, politólogo UBA/UNSAM
internacional@miradasalsur.com
La cita presidencial de mañana en la Casa Rosada será el primer encuentro oficial entre las Jefas de Estado Cristina Fernández de Kirchner y su par brasileña Dilma Rousseff. (AP)
OTRAS NOTAS

Brasil se viste de mujer
Casi como una metamorfosis kafkiana, devino la mariposa y Brasil ahora comienza a volar con belleza femenina. Aquella joven guerrillera, que padeció la tortura de una dictadura asesina, con el esfuerzo de haberse recibido de economista y haber mostrado su capacidad en la gestión pública, llega a la presidencia luego de haber enfrentado su primera contienda electoral. La flamante presidenta Dilma Rousseff tiene el reto de marcar su impronta en un nuevo gobierno.
Rumbo a un G-20 recargado
La presidenta de la Nación, Cristina Fernández, seguirá la próxima semana con su agenda de actividades, que retomó el lunes pasado, luego del fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner. Viajará a Seúl, capital de Corea del Sur, para participar de la V Cumbre del Grupo de los 20 (G-20). Su arribo a esa ciudad está previsto para el próximo miércoles en horas de la tarde. La cumbre tiene dos actividades centrales: la reunión de presidentes y un encuentro con más de 100 de los empresarios más importantes del mundo.
La herencia de Lula
Realizar un análisis de la política brasileña no puede restringirse a ver las tendencias en las encuestas o los discursos políticos, por el contrario, debe comprender la formación histórico-social y delimitar la estructura política que se deriva de la misma.
Argentina y Brasil con una relación “más que buena”
El encuentro que el viernes pasado mantuvieron los presidentes Cristina Fernández de Kirchner y Luiz Inácio Lula Da Silva durante cuarenta minutos y con agenda abierta, sirvió para disipar todos los nubarrones que en los últimos días se habían acumulado en el horizonte comercial entre Argentina y Brasil. Apenas finalizada la reunión, Fernández de Kirchner la calificó como “más que buena”. Aseveró que entre ambos países “no hay problemas de ninguna naturaleza” y que “la idea es aumentar el volumen del intercambio comercial”.
El Consenso de Buenos Aires y el recuerdo de Néstor y Lula
Se acaban de cumplir siete años de vigencia del “Consenso de Buenos Aires”, magnífico documento político y programático fruto del genio de dos grandes estadistas latinoamericanos con dimensión histórica: el presidente Lula y nuestro querido compañero Néstor Kirchner.
La nueva agenda de Lula Da Silva
Con una finta digna de un crack de fútbol de la selección verdeamarelha, el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula Da Silva eludió la marca de la Justicia Electoral –quien lo multó seis veces por hacer proselitismo en favor de la candidata presidencial oficialista Dilma Rousseff– y anunció que sólo ejercerá como Jefe de Estado hasta las seis de la tarde. El resto de las horas, de acá a los comicios del 3 de octubre, lo dedicará exclusivamente a oficiar de maestro de ceremonias en cada acto y mitin del PT.
En la primera cumbre presidencial de la era Fernández-Rousseff, las Jefas de Estado de Argentina y Brasil impulsarán mañana en Buenos Aires el denominado Polo Industrial del Sur para dinamizar la integración productiva en sectores estratégicos como el energético y el petrolero
El diario Clarín destacaba en su edición del 2 de enero pasado que la presidenta de Brasil Dilma Rousseff no había citado a la Argentina en su discurso de asunción. En menos de 24 horas, se esfumó ese intento de buscar discordias bilaterales, cuando los cancilleres de ambos países anunciaron que la mandataria brasileña fijaba a Buenos Aires como primera visita internacional. Este offside periodístico elude los condicionamientos estructurales que tienen ambos países, tanto históricos como coyunturales, que los relaciona en forma estratégica y preponderante. Al elegir a nuestra nación como principal escala diplomática, Dilma reafirma el énfasis que pondrá en la política exterior en relación con los países del Sur, tanto en América como hacia las naciones pobres o emergentes. Además, buscará continuar con las líneas políticas entabladas en instancias del bloque Unasur y la proyección de Brasil en otros niveles de cooperación internacional, especialmente en el sistema ONU, donde busca ocupar una silla en su consejo permanente.
Por otra parte, se produce un hecho histórico, con el encuentro de dos mujeres al frente de estos Estados. Al ganar la elección presidencial brasileña, la jefa de Estado argentina Cristina Fernández ya le había dicho a su par: “Bienvenida al club de las compañeras de género”. Dilma, al igual que su colega argentina, tiene el desafío de marcar su propio perfil en la gestión y potenciar la popularidad que hereda de Luiz Inácio Lula da Silva. En este sentido, la relación con Cristina abre la posibilidad de mostrar capacidades de conducciones femeninas para trabajar en el armado de una agenda común, especialmente desde, hacia y para mujeres; y esta perspectiva de género será una impronta diferente a la relación Lula-Néstor Kirchner.
En primera instancia, la llegada de Dilma refuerza lazos de convergencia tanto en la integración económica como en la política de ambos países en el escenario latinoamericano y mundial. Mañana, ya en Buenos Aires, la presidenta de Brasil tiene una agenda con una maratónica lista de actividades, que van desde reuniones con Cristina Fernández, y otras ampliadas con sus ministros, hasta la visita al Museo de la Memoria, donde se entrevistará con Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo, reafirmando así su interés por la política de derechos humanos.
Además de repasar los programas sociales desarrollados en ambos países, esta nueva etapa implicará pasar de acuerdos comerciales a políticas de desarrollo que permitan una integración equilibrada. En este encuentro, la agenda de trabajo se centra en profundizar una relación económica a partir de inversiones en infraestructura y desarrollo que faciliten la articulación de cadenas productivas, recursos energéticos y la circulación de productos. En definitiva, pasar de un mercado a un espacio económico común.
De hecho, Dilma le propondrá a Cristina generar un “centro” que fije acciones en ese sentido. Con la Argentina, el objetivo es generar un polo industrial del sur que dinamice la integración productiva en algunos sectores, como la industria automotriz, donde “hubo una cierta desnacionalización de la producción de autopartes”, afirmó el asesor en relaciones internacionales brasileño Marco Aurelio García. La agenda prevé, entonces, temas como la articulación productiva en segmentos como la industria automotriz, la generación energética, como la creación de una usina hidroeléctrica en Garabí o la represa en Neuquén, y la de recursos como la explotación en conjunto de las reservas petroleras del Pre-Salt. Estas líneas se profundizan con planes de transporte y acuerdos técnico-productivos, reforzando un estilo de gobierno que valoriza las relaciones regionales, especialmente con América del Sur.
Esta iniciativa se complementaría con la explotación de la producción petrolera y la generación energética. Los megayacimientos del Pre-Salt, descubiertos en aguas profundas del litoral atlántico, a la altura de Río de Janeiro y Espíritu Santo, convirtieron a Brasil en país petrolero, que lo libera de vaivenes del precio internacional del crudo y dinamiza otras industrias, como la petroquímica. A esto, se suman las inversiones que se quieren hacer en la generación de energía.
Previamente, en la reunión de ministros del 10 de enero pasado, donde se planificó la visita, se acordó la firma de la creación de una hidroeléctrica binacional en Garabí –frontera entre Rio Grande do Sul y Corrientes–, un complejo que se estaría ejecutado en 2012 con una usina que generará unos 2.900 megavatios. Además, se abordará el financiamiento de 728 millones de dólares para la construcción de una represa sobre el río Neuquén, con fondos provistos del Banco Nacional de Desarrollo de Brasil, entre otras inversiones. En definitiva, la visita de Dilma Rousseff confirma la convergencia de ambos países en un futuro de construcción común. De la guerra a la amistad. Las emergentes Provincias Unidas del Río de la Plata (1810) y el incipiente Imperio Brasileño (1822) comenzaron su vida independiente con una guerra (1825-1828) por la Banda Oriental (o Provincia Cisplatina) que terminó con la constitución de la República del Uruguay (1828). Posteriormente, en otra guerra (1865-1870), fueron aliados contra el Paraguay, que concluyó con la desarticulación de la estructura de relaciones económicas del virreinato, centradas en la Cuenca del Plata, como sostienen algunos historiadores.
Con la formación de los estados nacionales y su inserción en el capitalismo mundial a finales del siglo XIX, los países del Cono Sur se desarrollaron con fuerte vínculos hacia el centro europeo y EE.UU., sin relaciones comerciales sustanciales entre ambos, y sólo con algunos acercamientos políticos, como el apoyo del republicanismo desde 1889 o el acuerdo internacional del ABC (junto a Chile) en 1915, firmado frente al expansionismo norteamericano.
Sin embargo, los gobiernos de la Argentina y del Brasil tenían profundas desconfianzas geoestratégicas que mantuvieron hasta pasada la posguerra. Recién en los setenta, las alianzas anticomunistas de los militares generaron un acercamiento. Los lazos comerciales, impulsados por el desarrollismo, que promovía acuerdos regionales como Alalc o Aladi, tomaban cuerpo con un trasfondo de represión y desapariciones.
Con la democracia, los presidentes Sarney y Alfonsín firmaron un acuerdo en 1986, el Pice (Programa de Intercambio y Cooperación Económica), para fortalecer las instituciones republicanas, que sentó las bases para la constitución del Mercosur en 1991, que funcionó por un tipo de cambio alto, que favoreció el comercio intrazona, y declinó con las devaluaciones.
Tras la crisis neoliberal de 2001, la llegada de Néstor Kirchner, junto a Lula da Silva en Brasil, profundizó lazos económicos y se avanzó hacia nueva dinámica política, con alianzas con otros países de la región y otras bases institucionales como la Unasur, que se contrapusieron a la ofensiva norteamericana del Alca. En definitiva, con estos acuerdos en infraestructura, energía e integración productiva, la visita de Dilma Rousseff profundizará lo mejor de la historia integracionista entre los dos países.

domingo, 30 de janeiro de 2011

Noam Chomsky: “El secretismo de los gobiernos es la defensa de esos gobiernos contra su propia población”

Noam Chomsky: “El secretismo de los gobiernos es la defensa de esos gobiernos contra su propia población”

A continuación, algunos de los tópicos fundamentales del gobierno de Dilma Rousseff.

POR EL ARGENTINO

ABORTO: La mayoría de los congresistas brasileños que asumirán funciones en la Cámara Baja se opone a la despenalización del aborto. De un total de 513, 414 respondieron una encuesta privada: 267 (que representan el 52% de la Cámara) se pronunció en contra y 78 a favor. Otros 37 sostuvieron que en parte sí y 32 no supieron responder a la consulta. El aborto fue uno de los temas más discutidos durante la campaña presidencial. Rousseff, entonces, tuvo que dar marcha atrás en su postura a favor de la legalización del aborto y comprometerse a no cambiar las leyes ante críticas de la Iglesia católica y los evangelistas.

ARGENTINA: Para Rousseff, el país “es fundamental para el posicionamiento de Brasil en América Latina y el desarrollo de Brasil pasa por la asociación con los países de la región. Se trata de uno de los actores fundamentales, uno de los elementos estratégicos para nuestra política externa.” El gesto de elegir a la Argentina como primer destino internacional fue presentado como la reafirmación de la alianza estratégica y la prioridad que el Planalto continuará dando a la relación bilateral y a la región. Dilma reconoció que en el pasado Brasil “daba la espalda a la Argentina y miraba solamente hacia Europa y los Estados Unidos. Pero hoy, sin detrimento de aquellos, tenemos que percibir que el desarrollo de nuestro país implica necesariamente el desarrollo de la región.”

DERECHOS HUMANOS: “Mi gobierno no aceptará ninguna forma de violación de los Derechos Humanos en cualquier país, incluido el nuestro. Será un incansable defensor del respeto a esos derechos y de la igualdad. No somos un pueblo que odia, que despierta el odio, por eso Brasil tiene una posición histórica que mucho nos enorgullece”, expresó la presidenta. En este sentido, el gobierno está empeñado en la creación de una Comisión de Verdad sobre los delitos cometidos por la dictadura militar (1964-1985).

DICTADURA: Dilma Rousseff comparó a las dictaduras militares con el régimen nazi: “Representaron la tortura y el intento de callar a millones de seres humanos. La memoria colectiva debe impedir la barbarie. Los campos de concentración inauguraron las prisiones modernas, y el nazismo representó un nuevo modo de tratar al opositor político que fue reducido a una condición subhumana por medio de la tortura científica y la violencia industrializada. La memoria es un arma humana para impedir la barbarie. Recordar Auschwitz es recordar a todas las víctimas de las guerras injustas, de todas las dictaduras que torturaron e intentaron callar a millones de seres humanos.”

DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA: “Ningún país es rico sin reducir la desigualdad social y regional. Brasil puede serlo. Queremos hacer eso y eso demanda una ecuación que equilibra crecimiento económico y políticas de Estado contra la desigualdad”, dijo la presidenta.

ECONOMÍA: La presidenta garantizó que su gobierno mantendrá la inflación bajo control: “No negociaremos, vamos a mantener la economía creciendo sistemáticamente.” El Banco Central de Brasil ya fijó una línea dura en contra de la variable y llamó a usar un conjunto de instrumentos de política monetaria para contener las alzas de precios. Además de la tasa de interés, la autoridad monetaria ha tomado otras medidas para contener las presiones sobre los precios. Elevó los requerimientos de reservas de los bancos y anunció que podría comenzar a hacer subastas para comprar futuros cambiarios, esfuerzos que buscan enfriar el crédito y detener la valorización del real sin alterar la tasa de interés. La presidenta aseguró que no habrá recortes presupuestarios al Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), un ambicioso plan de obras de infraestructura puesto en marcha durante el gobierno de su antecesor.
EDUCACIÓN: Durante su discurso de asunción, Rousseff señaló que para que exista una educación de calidad es necesario tratar a los maestros como verdaderas autoridades de la educación, proporcionarles formación continua y remuneración adecuada, ya que sólo mediante un avance en la calidad de la educación se podrá formar jóvenes preparados que conduzcan a una sociedad de la tecnología y el conocimiento.

ESTILO DE GOBIERNO: La estrategia de Dilma es aparecer poco en público y conducir el gobierno de manera más técnica. De hecho, mientras Lula concurrió en ocho oportunidades al Foro de Davos, Rousseff declinó la invitación para ocuparse de cuestiones internas. La presidenta odia la impuntualidad y quiere que los 37 ministerios que integran el gobierno funcionen como empresas. En su primera reunión de gabinete, Dilma expresó que no le gustan las reuniones multitudinarias. Por eso, los dividió en cuatro grupos, con un ministro presidiendo cada uno de ellos para trabajar con mayor eficiencia. Las reuniones son los viernes para evitar que se vayan de Brasilia los jueves, como lo hacían habitualmente. Nadie podrá entrar a su despacho hablando por celular, y quienes mantengan una audiencia con ella deberán tener el teléfono apagado.

IRÁN: Todo indica que la presidenta mantendrá la estrategia de su antecesor, es decir, contribuir en la búsqueda de una solución para la crisis entre las potencias occidentales e Irán. En 2010 Brasil votó en el Consejo de Seguridad de la ONU contra las sanciones a Irán, impulsadas por los Estados Unidos y otras potencias que acusan al país asiático de desarrollar tecnología nuclear para construir armamentos de destrucción masiva. Además impulsó, junto a Turquía, un acuerdo por el cual Irán iba a ceder uranio de bajo enriquecimiento que sería procesado fuera del país.

ISRAEL Y PALESTINA: Rousseff pone énfasis en la necesidad del diálogo para solucionar el conflicto entre israelíes y palestinos, y sostiene que su gobierno condenará las violaciones de Derechos Humanos sin importar en qué país ocurran. En este sentido, afirmó: “Tengo la honra de dar continuidad a un gobierno que buscó la afirmación de la paz, en especial en Medio Oriente. Defendemos la construcción de la paz para mejorar la vida de los que viven momentos terribles de guerras fraticidas, étnicas y religiosas. El mejor camino para disminuir ese sufrimiento es la convivencia y el diálogo.”

LATINOAMÉRICA: Existe una señal de la prioridad que tendrá Brasil en su relación con los países sudamericanos. En ese sentido, la Argentina fue elegida como su primer destino internacional. El país es el principal socio externo, tanto por la extensa frontera común de 1263 kilómetros, como por su relación comercial y su presencia en el Mercosur, la unión aduanera que agrupa también a Paraguay y Uruguay. Este último país y Perú fueron los elegidos por Dilma para su gira en febrero. Los analistas políticos brasileños coincidieron en que la presidenta dará continuidad a la gestión diplomática emprendida por Luiz Inácio Lula da Silva.

LULA: “Su legado fue hacer que Brasil vuelva a crecer y lograr que asumiera una posición en el conjunto de las naciones, y sobre todo, que todos los brasileños y brasileñas encontrasen un lugar dentro de Brasil”, dijo Rousseff de Lula da Silva. “Ese hombre que vino de abajo construyó un imperio económico en Brasil, pero jamás perdió su compromiso con la soberanía del país, y sobre todo con el rescate de millones de personas de la pobreza y la miseria.”

MEDIOS DE COMUNICACIÓN: Una de las propuestas para reformar la Ley de Telecomunicaciones, que data de 1963, es evitar que un solo grupo pueda tener radio, televisión y prensa escrita. El proyecto está en discusión y se espera tener lista la ley para enviarla al Congreso este año. El gobierno intenta así evitar la concentración de la propiedad de las licencias públicas de radio y televisión. Una de las ideas rectoras es crear una agencia reguladora. Cuando Lula asumió en 2003, el presupuesto publicitario oficial se distribuía entre 499 grandes canales de televisión, radios y diarios, número que trepó a 8094 en 2010. La democratización de la pauta publicitaria fue una de las reivindicaciones expresadas por la Conferencia Nacional de Comunicación celebrada en 2009. Sus conclusiones fueron tomadas como base en un anteproyecto de ley que está siendo elaborado por el gobierno de Rousseff.

SALARIOS: La presidenta podría acordar un aumento del salario mínimo mayor al que habían ofrecido previamente funcionarios del gobierno. Se supo además que esperaría reducir posibles alzas salariales en 2012. El salario mínimo mensual en la mayor economía de Latinoamérica podría fijarse en 545 reales (330 dólares) –de los 510 reales en 2010–, pero Rousseff podría apuntar a los 550 reales.

SALUD: Rousseff quiere la consolidación de un Sistema Único de Salud. Para ello se asociaría con el sector privado. Una de las más importantes medidas que tomó el gobierno de Rousseff, luego de su asunción, fue la inversión de 1080 millones de reales (casi 650 millones de dólares) para la compra de medicamentos, vehículos fumigadores, larvicidas y material educativo.

UNIÓN EUROPEA Y MERCOSUR: A través de su ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, el gobierno de Dilma Rousseff destacó la necesidad de que la UE y el Mercosur sellen un acuerdo de libre comercio mutuamente beneficioso. Sin embargo, Brasil atraviesa por dificultades debido a la apreciación del real y a la situación preocupante de los productos manufacturados, cuyas exportaciones se situaron en 2010 por detrás de los artículos básicos por primera vez en varias décadas. La escalada del real preocupa al nuevo gobierno, ya que perjudica sus exportaciones y por lo tanto puede condicionar las negociaciones para un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur, en el que el objetivo es levantar el mayor número de aranceles sobre los intercambios. La UE y Brasil mantienen, desde 2007, una Asociación Estratégica que ha permitido reforzar sus vínculos económicos y comerciales. Europa es el principal socio comercial de Brasil y los intercambios superaron los 74 mil millones de dólares en 2010.

VIVIENDA: El gobierno continúa con “Mi casa, mi vida”, un programa liderado por Dilma desde que era ministra durante la presidencia de Lula. Además, Rousseff anunció la construcción de 8000 casas, 6000 por parte del gobierno y 2000 por el sector privado para los damnificados por los temporales de lluvia en la región serrana de Río de Janeiro, donde murieron 837 personas en las últimas semanas. “Pretendemos disminuir el dolor de esas familias. Estamos atentos para tomar todas las medidas necesarias para el rescate de la población en aquella localidad. No vamos a dejar más que las poblaciones se instalen en áreas de riesgo”, dijo.<

A continuación, algunos de los tópicos fundamentales del gobierno de Dilma Rousseff.

POR EL ARGENTINO

ABORTO: La mayoría de los congresistas brasileños que asumirán funciones en la Cámara Baja se opone a la despenalización del aborto. De un total de 513, 414 respondieron una encuesta privada: 267 (que representan el 52% de la Cámara) se pronunció en contra y 78 a favor. Otros 37 sostuvieron que en parte sí y 32 no supieron responder a la consulta. El aborto fue uno de los temas más discutidos durante la campaña presidencial. Rousseff, entonces, tuvo que dar marcha atrás en su postura a favor de la legalización del aborto y comprometerse a no cambiar las leyes ante críticas de la Iglesia católica y los evangelistas.

ARGENTINA: Para Rousseff, el país “es fundamental para el posicionamiento de Brasil en América Latina y el desarrollo de Brasil pasa por la asociación con los países de la región. Se trata de uno de los actores fundamentales, uno de los elementos estratégicos para nuestra política externa.” El gesto de elegir a la Argentina como primer destino internacional fue presentado como la reafirmación de la alianza estratégica y la prioridad que el Planalto continuará dando a la relación bilateral y a la región. Dilma reconoció que en el pasado Brasil “daba la espalda a la Argentina y miraba solamente hacia Europa y los Estados Unidos. Pero hoy, sin detrimento de aquellos, tenemos que percibir que el desarrollo de nuestro país implica necesariamente el desarrollo de la región.”

DERECHOS HUMANOS: “Mi gobierno no aceptará ninguna forma de violación de los Derechos Humanos en cualquier país, incluido el nuestro. Será un incansable defensor del respeto a esos derechos y de la igualdad. No somos un pueblo que odia, que despierta el odio, por eso Brasil tiene una posición histórica que mucho nos enorgullece”, expresó la presidenta. En este sentido, el gobierno está empeñado en la creación de una Comisión de Verdad sobre los delitos cometidos por la dictadura militar (1964-1985).

DICTADURA: Dilma Rousseff comparó a las dictaduras militares con el régimen nazi: “Representaron la tortura y el intento de callar a millones de seres humanos. La memoria colectiva debe impedir la barbarie. Los campos de concentración inauguraron las prisiones modernas, y el nazismo representó un nuevo modo de tratar al opositor político que fue reducido a una condición subhumana por medio de la tortura científica y la violencia industrializada. La memoria es un arma humana para impedir la barbarie. Recordar Auschwitz es recordar a todas las víctimas de las guerras injustas, de todas las dictaduras que torturaron e intentaron callar a millones de seres humanos.”

DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA: “Ningún país es rico sin reducir la desigualdad social y regional. Brasil puede serlo. Queremos hacer eso y eso demanda una ecuación que equilibra crecimiento económico y políticas de Estado contra la desigualdad”, dijo la presidenta.

ECONOMÍA: La presidenta garantizó que su gobierno mantendrá la inflación bajo control: “No negociaremos, vamos a mantener la economía creciendo sistemáticamente.” El Banco Central de Brasil ya fijó una línea dura en contra de la variable y llamó a usar un conjunto de instrumentos de política monetaria para contener las alzas de precios. Además de la tasa de interés, la autoridad monetaria ha tomado otras medidas para contener las presiones sobre los precios. Elevó los requerimientos de reservas de los bancos y anunció que podría comenzar a hacer subastas para comprar futuros cambiarios, esfuerzos que buscan enfriar el crédito y detener la valorización del real sin alterar la tasa de interés. La presidenta aseguró que no habrá recortes presupuestarios al Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), un ambicioso plan de obras de infraestructura puesto en marcha durante el gobierno de su antecesor.
EDUCACIÓN: Durante su discurso de asunción, Rousseff señaló que para que exista una educación de calidad es necesario tratar a los maestros como verdaderas autoridades de la educación, proporcionarles formación continua y remuneración adecuada, ya que sólo mediante un avance en la calidad de la educación se podrá formar jóvenes preparados que conduzcan a una sociedad de la tecnología y el conocimiento.

ESTILO DE GOBIERNO: La estrategia de Dilma es aparecer poco en público y conducir el gobierno de manera más técnica. De hecho, mientras Lula concurrió en ocho oportunidades al Foro de Davos, Rousseff declinó la invitación para ocuparse de cuestiones internas. La presidenta odia la impuntualidad y quiere que los 37 ministerios que integran el gobierno funcionen como empresas. En su primera reunión de gabinete, Dilma expresó que no le gustan las reuniones multitudinarias. Por eso, los dividió en cuatro grupos, con un ministro presidiendo cada uno de ellos para trabajar con mayor eficiencia. Las reuniones son los viernes para evitar que se vayan de Brasilia los jueves, como lo hacían habitualmente. Nadie podrá entrar a su despacho hablando por celular, y quienes mantengan una audiencia con ella deberán tener el teléfono apagado.

IRÁN: Todo indica que la presidenta mantendrá la estrategia de su antecesor, es decir, contribuir en la búsqueda de una solución para la crisis entre las potencias occidentales e Irán. En 2010 Brasil votó en el Consejo de Seguridad de la ONU contra las sanciones a Irán, impulsadas por los Estados Unidos y otras potencias que acusan al país asiático de desarrollar tecnología nuclear para construir armamentos de destrucción masiva. Además impulsó, junto a Turquía, un acuerdo por el cual Irán iba a ceder uranio de bajo enriquecimiento que sería procesado fuera del país.

ISRAEL Y PALESTINA: Rousseff pone énfasis en la necesidad del diálogo para solucionar el conflicto entre israelíes y palestinos, y sostiene que su gobierno condenará las violaciones de Derechos Humanos sin importar en qué país ocurran. En este sentido, afirmó: “Tengo la honra de dar continuidad a un gobierno que buscó la afirmación de la paz, en especial en Medio Oriente. Defendemos la construcción de la paz para mejorar la vida de los que viven momentos terribles de guerras fraticidas, étnicas y religiosas. El mejor camino para disminuir ese sufrimiento es la convivencia y el diálogo.”

LATINOAMÉRICA: Existe una señal de la prioridad que tendrá Brasil en su relación con los países sudamericanos. En ese sentido, la Argentina fue elegida como su primer destino internacional. El país es el principal socio externo, tanto por la extensa frontera común de 1263 kilómetros, como por su relación comercial y su presencia en el Mercosur, la unión aduanera que agrupa también a Paraguay y Uruguay. Este último país y Perú fueron los elegidos por Dilma para su gira en febrero. Los analistas políticos brasileños coincidieron en que la presidenta dará continuidad a la gestión diplomática emprendida por Luiz Inácio Lula da Silva.

LULA: “Su legado fue hacer que Brasil vuelva a crecer y lograr que asumiera una posición en el conjunto de las naciones, y sobre todo, que todos los brasileños y brasileñas encontrasen un lugar dentro de Brasil”, dijo Rousseff de Lula da Silva. “Ese hombre que vino de abajo construyó un imperio económico en Brasil, pero jamás perdió su compromiso con la soberanía del país, y sobre todo con el rescate de millones de personas de la pobreza y la miseria.”

MEDIOS DE COMUNICACIÓN: Una de las propuestas para reformar la Ley de Telecomunicaciones, que data de 1963, es evitar que un solo grupo pueda tener radio, televisión y prensa escrita. El proyecto está en discusión y se espera tener lista la ley para enviarla al Congreso este año. El gobierno intenta así evitar la concentración de la propiedad de las licencias públicas de radio y televisión. Una de las ideas rectoras es crear una agencia reguladora. Cuando Lula asumió en 2003, el presupuesto publicitario oficial se distribuía entre 499 grandes canales de televisión, radios y diarios, número que trepó a 8094 en 2010. La democratización de la pauta publicitaria fue una de las reivindicaciones expresadas por la Conferencia Nacional de Comunicación celebrada en 2009. Sus conclusiones fueron tomadas como base en un anteproyecto de ley que está siendo elaborado por el gobierno de Rousseff.

SALARIOS: La presidenta podría acordar un aumento del salario mínimo mayor al que habían ofrecido previamente funcionarios del gobierno. Se supo además que esperaría reducir posibles alzas salariales en 2012. El salario mínimo mensual en la mayor economía de Latinoamérica podría fijarse en 545 reales (330 dólares) –de los 510 reales en 2010–, pero Rousseff podría apuntar a los 550 reales.

SALUD: Rousseff quiere la consolidación de un Sistema Único de Salud. Para ello se asociaría con el sector privado. Una de las más importantes medidas que tomó el gobierno de Rousseff, luego de su asunción, fue la inversión de 1080 millones de reales (casi 650 millones de dólares) para la compra de medicamentos, vehículos fumigadores, larvicidas y material educativo.

UNIÓN EUROPEA Y MERCOSUR: A través de su ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, el gobierno de Dilma Rousseff destacó la necesidad de que la UE y el Mercosur sellen un acuerdo de libre comercio mutuamente beneficioso. Sin embargo, Brasil atraviesa por dificultades debido a la apreciación del real y a la situación preocupante de los productos manufacturados, cuyas exportaciones se situaron en 2010 por detrás de los artículos básicos por primera vez en varias décadas. La escalada del real preocupa al nuevo gobierno, ya que perjudica sus exportaciones y por lo tanto puede condicionar las negociaciones para un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur, en el que el objetivo es levantar el mayor número de aranceles sobre los intercambios. La UE y Brasil mantienen, desde 2007, una Asociación Estratégica que ha permitido reforzar sus vínculos económicos y comerciales. Europa es el principal socio comercial de Brasil y los intercambios superaron los 74 mil millones de dólares en 2010.

VIVIENDA: El gobierno continúa con “Mi casa, mi vida”, un programa liderado por Dilma desde que era ministra durante la presidencia de Lula. Además, Rousseff anunció la construcción de 8000 casas, 6000 por parte del gobierno y 2000 por el sector privado para los damnificados por los temporales de lluvia en la región serrana de Río de Janeiro, donde murieron 837 personas en las últimas semanas. “Pretendemos disminuir el dolor de esas familias. Estamos atentos para tomar todas las medidas necesarias para el rescate de la población en aquella localidad. No vamos a dejar más que las poblaciones se instalen en áreas de riesgo”, dijo.<

A continuación, algunos de los tópicos fundamentales del gobierno de Dilma Rousseff.

POR EL ARGENTINO

ABORTO: La mayoría de los congresistas brasileños que asumirán funciones en la Cámara Baja se opone a la despenalización del aborto. De un total de 513, 414 respondieron una encuesta privada: 267 (que representan el 52% de la Cámara) se pronunció en contra y 78 a favor. Otros 37 sostuvieron que en parte sí y 32 no supieron responder a la consulta. El aborto fue uno de los temas más discutidos durante la campaña presidencial. Rousseff, entonces, tuvo que dar marcha atrás en su postura a favor de la legalización del aborto y comprometerse a no cambiar las leyes ante críticas de la Iglesia católica y los evangelistas.

ARGENTINA: Para Rousseff, el país “es fundamental para el posicionamiento de Brasil en América Latina y el desarrollo de Brasil pasa por la asociación con los países de la región. Se trata de uno de los actores fundamentales, uno de los elementos estratégicos para nuestra política externa.” El gesto de elegir a la Argentina como primer destino internacional fue presentado como la reafirmación de la alianza estratégica y la prioridad que el Planalto continuará dando a la relación bilateral y a la región. Dilma reconoció que en el pasado Brasil “daba la espalda a la Argentina y miraba solamente hacia Europa y los Estados Unidos. Pero hoy, sin detrimento de aquellos, tenemos que percibir que el desarrollo de nuestro país implica necesariamente el desarrollo de la región.”

DERECHOS HUMANOS: “Mi gobierno no aceptará ninguna forma de violación de los Derechos Humanos en cualquier país, incluido el nuestro. Será un incansable defensor del respeto a esos derechos y de la igualdad. No somos un pueblo que odia, que despierta el odio, por eso Brasil tiene una posición histórica que mucho nos enorgullece”, expresó la presidenta. En este sentido, el gobierno está empeñado en la creación de una Comisión de Verdad sobre los delitos cometidos por la dictadura militar (1964-1985).

DICTADURA: Dilma Rousseff comparó a las dictaduras militares con el régimen nazi: “Representaron la tortura y el intento de callar a millones de seres humanos. La memoria colectiva debe impedir la barbarie. Los campos de concentración inauguraron las prisiones modernas, y el nazismo representó un nuevo modo de tratar al opositor político que fue reducido a una condición subhumana por medio de la tortura científica y la violencia industrializada. La memoria es un arma humana para impedir la barbarie. Recordar Auschwitz es recordar a todas las víctimas de las guerras injustas, de todas las dictaduras que torturaron e intentaron callar a millones de seres humanos.”

DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA: “Ningún país es rico sin reducir la desigualdad social y regional. Brasil puede serlo. Queremos hacer eso y eso demanda una ecuación que equilibra crecimiento económico y políticas de Estado contra la desigualdad”, dijo la presidenta.

ECONOMÍA: La presidenta garantizó que su gobierno mantendrá la inflación bajo control: “No negociaremos, vamos a mantener la economía creciendo sistemáticamente.” El Banco Central de Brasil ya fijó una línea dura en contra de la variable y llamó a usar un conjunto de instrumentos de política monetaria para contener las alzas de precios. Además de la tasa de interés, la autoridad monetaria ha tomado otras medidas para contener las presiones sobre los precios. Elevó los requerimientos de reservas de los bancos y anunció que podría comenzar a hacer subastas para comprar futuros cambiarios, esfuerzos que buscan enfriar el crédito y detener la valorización del real sin alterar la tasa de interés. La presidenta aseguró que no habrá recortes presupuestarios al Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), un ambicioso plan de obras de infraestructura puesto en marcha durante el gobierno de su antecesor.
EDUCACIÓN: Durante su discurso de asunción, Rousseff señaló que para que exista una educación de calidad es necesario tratar a los maestros como verdaderas autoridades de la educación, proporcionarles formación continua y remuneración adecuada, ya que sólo mediante un avance en la calidad de la educación se podrá formar jóvenes preparados que conduzcan a una sociedad de la tecnología y el conocimiento.

ESTILO DE GOBIERNO: La estrategia de Dilma es aparecer poco en público y conducir el gobierno de manera más técnica. De hecho, mientras Lula concurrió en ocho oportunidades al Foro de Davos, Rousseff declinó la invitación para ocuparse de cuestiones internas. La presidenta odia la impuntualidad y quiere que los 37 ministerios que integran el gobierno funcionen como empresas. En su primera reunión de gabinete, Dilma expresó que no le gustan las reuniones multitudinarias. Por eso, los dividió en cuatro grupos, con un ministro presidiendo cada uno de ellos para trabajar con mayor eficiencia. Las reuniones son los viernes para evitar que se vayan de Brasilia los jueves, como lo hacían habitualmente. Nadie podrá entrar a su despacho hablando por celular, y quienes mantengan una audiencia con ella deberán tener el teléfono apagado.

IRÁN: Todo indica que la presidenta mantendrá la estrategia de su antecesor, es decir, contribuir en la búsqueda de una solución para la crisis entre las potencias occidentales e Irán. En 2010 Brasil votó en el Consejo de Seguridad de la ONU contra las sanciones a Irán, impulsadas por los Estados Unidos y otras potencias que acusan al país asiático de desarrollar tecnología nuclear para construir armamentos de destrucción masiva. Además impulsó, junto a Turquía, un acuerdo por el cual Irán iba a ceder uranio de bajo enriquecimiento que sería procesado fuera del país.

ISRAEL Y PALESTINA: Rousseff pone énfasis en la necesidad del diálogo para solucionar el conflicto entre israelíes y palestinos, y sostiene que su gobierno condenará las violaciones de Derechos Humanos sin importar en qué país ocurran. En este sentido, afirmó: “Tengo la honra de dar continuidad a un gobierno que buscó la afirmación de la paz, en especial en Medio Oriente. Defendemos la construcción de la paz para mejorar la vida de los que viven momentos terribles de guerras fraticidas, étnicas y religiosas. El mejor camino para disminuir ese sufrimiento es la convivencia y el diálogo.”

LATINOAMÉRICA: Existe una señal de la prioridad que tendrá Brasil en su relación con los países sudamericanos. En ese sentido, la Argentina fue elegida como su primer destino internacional. El país es el principal socio externo, tanto por la extensa frontera común de 1263 kilómetros, como por su relación comercial y su presencia en el Mercosur, la unión aduanera que agrupa también a Paraguay y Uruguay. Este último país y Perú fueron los elegidos por Dilma para su gira en febrero. Los analistas políticos brasileños coincidieron en que la presidenta dará continuidad a la gestión diplomática emprendida por Luiz Inácio Lula da Silva.

LULA: “Su legado fue hacer que Brasil vuelva a crecer y lograr que asumiera una posición en el conjunto de las naciones, y sobre todo, que todos los brasileños y brasileñas encontrasen un lugar dentro de Brasil”, dijo Rousseff de Lula da Silva. “Ese hombre que vino de abajo construyó un imperio económico en Brasil, pero jamás perdió su compromiso con la soberanía del país, y sobre todo con el rescate de millones de personas de la pobreza y la miseria.”

MEDIOS DE COMUNICACIÓN: Una de las propuestas para reformar la Ley de Telecomunicaciones, que data de 1963, es evitar que un solo grupo pueda tener radio, televisión y prensa escrita. El proyecto está en discusión y se espera tener lista la ley para enviarla al Congreso este año. El gobierno intenta así evitar la concentración de la propiedad de las licencias públicas de radio y televisión. Una de las ideas rectoras es crear una agencia reguladora. Cuando Lula asumió en 2003, el presupuesto publicitario oficial se distribuía entre 499 grandes canales de televisión, radios y diarios, número que trepó a 8094 en 2010. La democratización de la pauta publicitaria fue una de las reivindicaciones expresadas por la Conferencia Nacional de Comunicación celebrada en 2009. Sus conclusiones fueron tomadas como base en un anteproyecto de ley que está siendo elaborado por el gobierno de Rousseff.

SALARIOS: La presidenta podría acordar un aumento del salario mínimo mayor al que habían ofrecido previamente funcionarios del gobierno. Se supo además que esperaría reducir posibles alzas salariales en 2012. El salario mínimo mensual en la mayor economía de Latinoamérica podría fijarse en 545 reales (330 dólares) –de los 510 reales en 2010–, pero Rousseff podría apuntar a los 550 reales.

SALUD: Rousseff quiere la consolidación de un Sistema Único de Salud. Para ello se asociaría con el sector privado. Una de las más importantes medidas que tomó el gobierno de Rousseff, luego de su asunción, fue la inversión de 1080 millones de reales (casi 650 millones de dólares) para la compra de medicamentos, vehículos fumigadores, larvicidas y material educativo.

UNIÓN EUROPEA Y MERCOSUR: A través de su ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, el gobierno de Dilma Rousseff destacó la necesidad de que la UE y el Mercosur sellen un acuerdo de libre comercio mutuamente beneficioso. Sin embargo, Brasil atraviesa por dificultades debido a la apreciación del real y a la situación preocupante de los productos manufacturados, cuyas exportaciones se situaron en 2010 por detrás de los artículos básicos por primera vez en varias décadas. La escalada del real preocupa al nuevo gobierno, ya que perjudica sus exportaciones y por lo tanto puede condicionar las negociaciones para un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur, en el que el objetivo es levantar el mayor número de aranceles sobre los intercambios. La UE y Brasil mantienen, desde 2007, una Asociación Estratégica que ha permitido reforzar sus vínculos económicos y comerciales. Europa es el principal socio comercial de Brasil y los intercambios superaron los 74 mil millones de dólares en 2010.

VIVIENDA: El gobierno continúa con “Mi casa, mi vida”, un programa liderado por Dilma desde que era ministra durante la presidencia de Lula. Además, Rousseff anunció la construcción de 8000 casas, 6000 por parte del gobierno y 2000 por el sector privado para los damnificados por los temporales de lluvia en la región serrana de Río de Janeiro, donde murieron 837 personas en las últimas semanas. “Pretendemos disminuir el dolor de esas familias. Estamos atentos para tomar todas las medidas necesarias para el rescate de la población en aquella localidad. No vamos a dejar más que las poblaciones se instalen en áreas de riesgo”, dijo.<

sexta-feira, 28 de janeiro de 2011

Ana Vieira Contra a retórica da certeza
















POR ISPSILON PT
19.01.2011 - Nuno Crespo


Através de jogos de reflexos e da encenação de presenças Ana Vieira constrói uma narrativa de ambiguidades e suspense: nunca se sabe o que está atrás de uma porta, de uma cortina ou o que acontece depois de atravessar um corredor ou transpor um muro
"Muros de Abrigo" é o título da exposição de Ana Vieira no Centro de Arte Moderna da Fundação Calouste Gulbenkian. Um título, disse a artista ao Ípsilon na visita guiada que noz fez, relevador das inquietações e matérias do seu trabalho e que surgiu de uma história de infância cuja importância sublinha. E a história é assim:
"Em São Miguel, quando chegava a casa vinda da escola, a primeira coisa que me apetecia fazer era ir passear para uma zona de plantação de vinha, de que gostava muito. Ia buscar um molho de chaves e dirigia-me à parte da propriedade mais próxima do mar. Nessa zona existiam grandes muros de pedra, muros de abrigo, que protegiam a vinha da maresia [...]. Absorvi esse espaço, a ambiguidade de ser simultaneamente aberto e fechado, e ainda o facto de haver passagens, de implicar tempo, cadências e percursos. A última porta dava para o mar." (texto publicado catalogo da exposição)
"Não interessa saber se é verdade ou não, se era tudo exactamente como conto", diz Ana Vieira. E esta indecisão quanto ao conteúdo factual e verificável da narrativa é uma indicação precisa do seu universo criativo. Todos os seus trabalhos, como esta história, para além da relação específica que possuem com a história da arte e com a linguagem artística que utiliza (pintura, escultura, fotografia, som), são sempre ficções e "encenações" (que é, diz, o modo como gosta de chamar os seus trabalhos).
Encenações as quais reivindicam, paralelamente ao seu estatuto estético, a dimensão lúdica do jogo que diz ser importante recuperar para a vida quotidiana: "As minhas peças são uma espécie de propostas de jogos como no teatro. E nós no quotidiano precisamos dessa dimensão. O meu trabalho tem muito que ver com a encenação no sentido teatral."
Este sublinhar da metáfora teatral mostra não estar em causa um jogo qualquer, mas um com uma linguagem rigorosa e onde se assiste à disposição de diferentes coisas (paisagens, objectos, palavras, pessoas) com vista à criação de um universo ajustado e com sentido: os ambientes e as casas encenados por Ana Vieira constituem-se sempre como mediações para o mundo, a vida e a existência. São passagens. Todo o trabalho de Ana Vieira está sempre a regressar às operações que a criança realizava na quinta paterna: absorve o espaço, explora a ambiguidade de tudo quanto há, cria zonas de passagem e pontos de fuga e evasão que exigem movimentos contínuos daqueles que atravessam os seus corredores, percorrem as suas casas ou permanecem nos ambientes que encena.
A permanência destes temas torna-se clara na exposição porque se podem ver obras de tempos tão diferentes como 1967 e 2008 e estes 40 anos de trabalho dão a ver as passagens, os diálogos estabelecidos com a sua época e com outros artistas e, sobretudo, a trama invisível que mantém unidos os muros da infância e as casas fantasmáticas e assombradas da artista crescida (veja-se "Casa Desabitada", 2004)
Sentir com o corpo
Ana Vieira nasceu em Coimbra em 1940, cresceu da ilha de São Miguel nos Açores e estudou pintura na Escola de Belas Artes de Lisboa. Mas o título de pintora não lhe convém, não por desgostar de imagens, mas porque sempre sentiu que não só as suas pinturas "desgostavam a um morto", diz ironicamente, mas também porque com a pintura não conseguia atingir o modo de compreensão que queria. A pintura que aprendia na academia era cheia de constrangimentos e "empecilhos", para além de lhe tentar impor uma lógica de paleta e cavalete que não lhe serviam. Já na altura da sua formação procurava modos de criar espaços porque "a contemplação não me chega, tenho de sentir com o corpo. É como quando olho para o mar: não consigo ficar quieta tenho de ir mergulhar."
Esta relação problemática com a pintura foi desde cedo tematizada. Já em 1968 dizia: "sob o ponto de vista académico, que impõe ao artista a paleta e o cavalete, pode chocar o princípio de que cada artista se pode exprimir com quaisquer materiais ou melhor recorrendo aos meios que mais lhe convêm." ("Correio dos Açores", 1.09.1968)
Enfatizar a expressão contra uma linguagem artística instituída deu origem a uma lógica não de destruição da herança artística que recebeu, mas à construção de obras em que as lógicas artísticas dominantes eram abandonadas. Para Paulo Pires do Vale, comissário da exposição, os trabalhos de Ana Vieira dos anos 60-70 são uma "revolta contra o plinto e contra a moldura. Contra a obra sacralizada, fechada e afastada da existência" a artista reivindica "uma arte viva, participada, partilhada não só na recepção, mas já na sua produção."
Um gesto de revolta que a faz afastar-se dos clichés visuais e intelectuais do discurso habitual da arte, mas simultaneamente reafirma a validade e permanência dos valores artísticos. Quando isso acontece Ana Vieira apropria-se de obras "clássicas" e muito conhecidas, e por ela muito admiradas, e "refaz" esses acontecimentos artísticos. Em "Ambiente" (1972) é a famosa Vénus de Milo que ocupa o centro de uma sala com paredes de cortinas esvoaçantes e transparentes. A escultura elevada por um plinto está rodeada de cadeiras vazias (onde já ninguém se senta? ou onde ninguém nunca se sentou?) que, na sua cor negra dominante, sugerem um ambiente fúnebre. Esta morte encenada não é um lamento, mas um retomar da potência da arte: por mais que se anuncie a morte da arte, ela permanece potente, significativa, resistente e são sempre os homens com as suas ideias que morrem, são as cadeiras que estão vazias, a escultura continua lá a exercer o seu poder.
Com "Le Déjeuner sur L'Herbe 77" (1977) é o pintor Manet que Ana Vieira retoma. Não por descontentamento, mas por admiração. Pega na pintura e torna-a mais "real" ao transformar a bidimensionalidade em tridimensionalidade: uma toalha estendida no chão, com copos, corpos, natureza. Corpos que podem ser atravessados e assumidos pelo corpo do visitante.
Voyeur
Neste gesto da artista não existe nenhum tipo de reclamação teórica ou o estabelecimento de um programa e trabalho. É um modo sensível e intuitivo de tornar suas as imagens (que diz estarem sempre no começo das suas obras) que deseja, admira e quer possuir. Por isso, este voltar a fazer, longe de ser uma cega repetição ou a crítica aos clichés e sistemas da simbólicos e institucionais da arte, é uma forma de tornar íntimo e próprio.
Os fascínios de Ana Vieira não são só constituídos pelos momentos consagrados da história da arte, mas faz parte da generosidade do seu olhar a atenção ao que a rodeia e o permanente movimento de procurar o que mais lhe convém. Foi assim com as sombras de Lourdes Castro, os espelhos de Michelangelo Pistoletto, as performances de Joan Jonas que em Paris viu com Helena Almdeia, e é assim com Jorge Silva Melo que produziu a sua inesquecível exposição "Casa Desabitada" e que está a terminar um filme sobre a artista chamado "E o que não é dito".
Aos 70 anos Ana Vieira continua a afirmar que não ter sido descoberta foi a sua "grande sorte", pois só assim pôde fazer um trabalho totalmente livre e, sobretudo, um "trabalho contra as retóricas da certeza."
Esta luta longe de ser uma metáfora descreve uma inquietação a qual tem na "Janela Indiscreta" (1954) de Hitchcock a boa apresentação. O filme, diz a artista, é a melhor descrição do seu trabalho porque mostra alguém sempre inquieto por ver através das coisas e nesse movimento de visão as fronteiras entre o dentro/fora, próximo/distante, ausente/presente ficam abaladas e são transpostas.
Acrescente-se que o voyeur é um lugar permanente no trabalho de Ana Vieira: está-se sempre a espreitar através de janelas, pelo buraco das janelas, pelas frinchas das portas. E sempre a assistir a acontecimentos privados, domésticos, quotidianos, cuja potência artística parece nula, mas que a Ana Vieira surgem como mote permanentemente desenvolvido.
Se o espreitar do voyeur é a modalidade da experiência da sua obra, a casa é o seu lugar de segurança. Porto inabalável contra todas as tentativas de desvanecimento do corpo, das imagens e sensações.
E com a casa surgem silhuetas, sombras, sugestões, jogos de espelhos que remetem o espectador para um universo de reflexos e de imagens. Não se trata da exploração do ambiente doméstico, mas das fantasmagorias da normalidade. Ana Vieira materializa os fantasmas (que são produtos da "phantasia" que é o nome antigo da imaginação) da normalidade, as imagens espectrais que continuamente são sugeridas pela casa que se habita, se espreita ou se visita. E com os seus trabalhos a experiência da arquitectura transforma-se em inquietação e permanente novidade: nunca se sabe o que está atrás de uma porta, de uma cortina ou o que acontece depois de atravessar um corredor ou transpor um muro.

quinta-feira, 27 de janeiro de 2011

ESTAMOS EM PLENO MAR DO CAPITALISMO DIGITAL- DO CONTROLE














































Como nos afirmou Deleuze estamos na Sociedade de Controle, não mais a disciplinar , de Foucault, todos nos controlam, sobretudo os instrumentos do Capital.Agora somos BBB, vigiados , espionados dia a dia, hora a hora, segundo a segundo, e a moçada vibra, com a própria dominação.O entretenimento é a própria publicidade, e ai consumo adentra ferrenho, como moda, como consumir , para ser e estar.
Se não bastasse o email os web sites, estamos nas redes , chamadas de sociais, onde as palavras e imagens discursam e tem o poder de fazer a realidade, mesmo que se distancie da presencial.
Há mortos na Serra, do Rio, na periferia e Bairros de São Paulo , mas o que prevalece, parece, é o que é dito no, meio digital.
Estamos como nos dizia Baudrillard no ápice do simulacro, que engana , esconde, mente, e nada fazemos, estamos sob o controle e sem saída.
Não há cortina, não há véus, há a mascara grudada, em que somos um outro que nem sabemos quem somos.Se não sabíamos da persona, agora mais ainda.
Triunfo absoluto da era Digital, em que os conformes de facilidades enganam o sequestro nosso definitivo, sem volta, sem pagamento que nos devolva a antes.
Antes, é escuso, antigo, não atual, não moderno.
E nos perdemos, ou nos encontramos em outra era do humano.
A carta não vinga mais, o email, deixa de ser e assume as redes sociais, que breve, nos cobrará por participar, mais ainda, pois já pagamos com nossa vida devassada e controlada.