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sábado, 11 de abril de 2009

Roth: Retrato do escritor indignado


Philip Roth: Retrato del escritor indignado
A los 75 años, el autor de El lamento de Portnoy, que lo convirtió en una celebridad de las letras estadounidenses, vive en una antigua casa de madera en una colina en Connecticut. El novelista que supo ser un rey en Manhattan, rodeado de admiradores y adulones, se dedica aún a lo que ha llamado "terrible ambigüedad del yo". Habla de su reciente novela, Indignación, en la que narra los recuerdos inducidos por la morfina. Junto con esta nota, el enfoque de Luis Chitarroni sobre su obra.


RETRATO. Philip Roth nació en 1933 en el seno de una familia de segunda generación de judíos, "antes de las medias con bombacha y la comida congelada", dice. Ese año Hitler llegó al poder.

Era el último fin de semana del verano cuando viajé hasta el noroeste de Connecticut para reunirme con Philip Roth. La apartada casa de madera gris del novelista, construida en la época de la revolución, se encuentra sobre una colina, al final de un tranquilo camino rural, a varios kilómetros del pueblo más cercano.La alta figura que sale de entre los manzanos a saludarme lleva buzo y pantalón de jogging gris. Mi primera impresión es que Philip Roth se parece tanto a un juez de la Suprema Corte de licencia como a uno de los escritores más admirados del país.Según sus propias palabras al comienzo de El escritor fantasma, uno podía "empezar a comprender por qué esconderse a 400 metros de altura en las montañas con la única compañía de los pájaros y los árboles quizá no era tan mala idea para un escritor, judío o no... Pureza. Serenidad. Simplicidad. Aislamiento. Toda la concentración y la extravagancia y la originalidad reservadas para la vocación agotadora, enaltecida y trascendente". Como su personaje principal Zuckerman, Roth parece haber pensado: "Así es como voy a vivir".Caminamos por la fresca hierba hasta una especie de tienda de gasa con sillas en su interior donde Roth y sus invitados pueden disfrutar de la conversación a salvo de los insectos. Entrar a esta burbuja es como ingresar en el sector de puertas afuera de la mente del escritor."Empecemos a trabajar", dice Roth, recostándose en su reposera para indicar que la entrevista ha comenzado. Esto suena informal pero la verdad es que todas las conversaciones con el autor de El lamento de Portnoy están sumamente controladas: las preguntas deben enviarse por adelantado; la transcripción es luego revisada; todo bajo la mirada vigilante de agentes y publicistas.En la espesura de la literatura norteamericana, Philip Roth es una gran bestia tan fabulosa como el hipogrifo, rara vez avistada, nombrada con respeto y motivo de chismes disparatados y a veces indignados. Desde Portnoy, ha soportado el tipo de atención que podría llevar a alguien a buscar la soledad o a la paranoia: incesantes chistes autocríticos, una persistente lluvia de hostilidad y la mirada escrutadora y envidiosa de escritores menores. Ahora, cincuenta años después de comenzar a escribir, el autor de La contravida y Pastoral americana podría estar de acuerdo con Peter De Vries, quien observó sobre la vida literaria estadounidense que "uno sueña con la diosa Fama... y termina con la puta Publicidad".Esta casa de Connecticut representa al Roth íntimo y contemplativo. Su departamento de Nueva York auspicia algo más público. Allí, como ha escrito su biógrafa literaria Hermione Lee, "salir con Philip Roth en Manhattan es como salir con Luis XIV en Versalles: el rey está en su reino". El escritor mismo dice que su deseo de exposición se encuentra en algún punto intermedio entre la reclusión de J. D. Salinger y la auto-publicidad del último Norman Mailer.Oscilando entre lo público y lo privado, Roth es hoy una celebridad literaria tan grande como cualquiera de estos dos contemporáneos. Comparada con la de sus pares, y con la de casi cualquier escritor estadounidense de importancia, la producción de Roth es asombrosa para un hombre de más de 70 y con 29 libros en su haber. "Paso la mayor parte del día en mi estudio", dice. "Vuelvo a casa cada noche como volvería un obrero de la fábrica de ficción: 'Ya llegué, querida'". Salvo que ahora no hay ninguna "querida" en casa. Divorciado de su segunda mujer, Claire Bloom, en 1993, Roth vive totalmente solo.En otra época, vivía aquí todo el año pero, con la edad, los inviernos le resultan demasiado brutales. Pero, ya sea en la ciudad o en el campo, se apega al horario de trabajo que siempre ha observado, mañana, tarde y noche, 365 días al año.Ahora está más solo que nunca. "Todos mis amigos de por aquí han muerto", dice. "¿Richard Widmark? Dick murió hace dos meses. Arthur Miller murió; vivía a media hora de aquí. Y también Bill Styron." La muerte, señaló una vez W. H. Auden, es como el retumbar de truenos lejanos en un picnic. La lista de amigos de Roth le dice que el picnic está llegando a su fin, que la muerte anda rondando, esperando. "Parece colarse en un libro tras otro", expresa. "Creo que nadie salió vivo de mis últimos cinco libros.""Tengo 75 años, un número extraño," dice. "Es un extraño descubrimiento, para mí, al menos. Cuando uno es joven no va a un entierro cada seis meses."El lugar de Roth en las letras estadounidenses no es sólo una cuestión de antigüedad o productividad. La secuencia de novelas, hábiles exploraciones del pasado reciente de su país, que comenzó en 1997 cuando Roth promediaba los 60 –edad en que muchos escritores se contentarían con descansar en sus laureles– constituye un inusual retrato que ha sido aclamado por los críticos a ambos lados del Atlántico: Pastoral americana, elegía sobre la vida familiar estadounidense ambientada en la era de la guerra de Vietnam; su duro retrato de Eve Frame en Me casé con un comunista (1998); La mancha humana (2000); El animal moribundo (2001); La conjura contra América (2004); Everyman (2006) y finalmente su despedida de Zuckerman, Sale el espectro (2007).Y esto no es todo. Su último libro, Indignación, acaba de salir. Roth sabe que es corto, y posiblemente algo ligero. Con sus 230 páginas, Indignación narra los recuerdos, inducidos por la morfina, del joven Marcus Messner, un conscripto herido de muerte en la guerra de Corea. Messner morirá en las últimas páginas de la novela y no es claro en qué medida la evocación es póstuma o febrilmente imaginada al borde de la muerte.Con humor, Roth dice que el libro está entre una novela corta y, "una palabra peor", una novelita. "La editorial la llamó novela. Me dijeron que era mejor usar la palabra 'novela'." En reposo, la expresión de Roth puede ser severa, incluso intimidante. Cuando sonríe, todo se ilumina y, por un momento, el mundo parece un lugar más amable.En la literatura estadounidense, la "novela póstuma" es un recurso poco frecuente. Roth se apresura a reconocer que no es original y señala que Memorias póstumas de Bráz Cubas del escritor brasileño del siglo XIX Joaquim Maria Machado de Assis, emplea el mismo punto de vista narrativo. La verdad es que no es del todo exitoso, aunque la prosa parece intacta. Pero a Roth no le preocupa. "En el sueño que le produce la morfina, no sabe dónde está e imagina que está muerto... Si eso es ambiguo, también está bien."De todos modos, la verdadera preocupación de Roth en Indignación es explorar el mundo de un chico judío, nacido y criado en Newark en los 30 y los 40, un joven que huye de sus padres sobreprotectores para inscribirse en una facultad de artes liberales lejos de su casa y llegar a la mayoría de edad en los Estados Unidos de los 50, un joven curiosamente parecido, en su aspecto exterior, al mismo Roth.A esta altura los lectores asiduos del escritor exclamarán con un suspiro "¡Otra vez!" ¿Pero qué esperaban? El problema de Roth es que él es la persona más interesante que conoce y con total desenfado reconoce su extraordinaria singularidad. Roth, como dice Martin Amis, "es de alguna manera excesivamente único. Es él, él, él". Sentado aquí, bajo el sol de la tarde, instintivamente se presenta como un personaje, casi en tercera persona. "Soy como un viejo," dice, como si no estuviera del todo dispuesto a aceptar que pudiera serlo. Sus amigos confirman que no hay nadie tan competitivo consigo mismo como Roth. Del mismo modo, si hay alguien que ha glorificado a Philip Roth y su leyenda es él mismo. Lo que le interesa, escribe en Decepción, "es la terrible ambigüedad del 'yo', la forma en que un escritor hace de sí un mito y, en particular, por qué". Un lugar donde se podría comenzar es el de sus orígenes.Philip Roth nació en el seno de una familia de segunda generación de judíos, "antes de las medias con bombacha y la comida congelada", dice, en el año en que Hitler llegó al poder, 1933. Las sensibilidades de Roth siempre quedarán marcadas por los temas y el ritmo de la "década vil y deshonesta" en que nació, pero igualmente influyente fue su medio ambiente: una comunidad judía de clase media baja de Newark, Nueva Jersey, una ciudad suburbana.Después de sí mismo, su tema es la gran república herida. En Los hechos, escribió: "Cuesta imaginar que alguien inteligente que hubiera crecido en los Estados Unidos después de la Guerra de Vietnam pueda haber tenido, como los jóvenes adolescentes inmediatamente después de la victoria sobre el fascismo nazi y el militarismo japonés, nuestro inequívoco sentimiento de pertenecer al país más grande de la tierra". Hoy, contemplando los 50 desde una perspectiva post-Bush, refuta esto diciendo: "Nunca hubo una edad de oro". Sin embargo, es un momento de la historia estadounidense que domina la breve narración de Indignación.La Newark de la infancia de Roth era "aún mayormente blanca", pero ya estaba en decadencia, lo cual quizá podría explicar por qué sigue tan apegado a ella. Hoy la ciudad es casi totalmente negra, con un alcalde negro y las aflicciones ciudadanas de la criminalidad asociada a las drogas. Newark y su estilo de vida marcaron profundamente a Roth. Al escritor y a Paul Auster, también nacido allí, les gusta especular sobre la posibilidad de hacer una peregrinación literaria a sus raíces. Roth dice, medio en broma: "Tendríamos que ir acompañados de un policía. Es muy peligroso". Indignación comienza en Newark y exalta su vitalidad étnica con un atronador crescendo: "La Newark trabajadora, cruda, coimera, semi-xenófoba, irlandesa-italiana-alemana-eslava-judía-negra."En la vejez, le disgusta el extremismo urbano, pero de joven lo disfrutaba. Roth ha dicho de su experiencia adolescente que tenía que ver con "nuestra agresión, nuestro salir de casa para adentrarnos en Newark, de a tres o cuatro, vagar por las calles de noche, las chicas, ir tras una cita a un lugar de reunión llamado Syd's en la avenida Chancellor y contar nuestras historias sexuales... Apetito. Quizá esa sea la palabra. Eran los apetitos los que eran agresivos".En este invernadero verbal, frustrado y competitivo, el joven Roth incubó la voz desenfrenada y cómica que estallaría en la conciencia estadounidense con el "lamento" de Portnoy. El carácter judío de la vieja Newark también moldeó a Roth de otra manera. A través de las diferentes fases de su vida literaria, hay un hilo conductor que une a los personajes y que a muchos lectores les resulta intensamente atractivo. Quizá fue esta herencia psíquica la que lo llevó a jactarse de "mi buena suerte al haber nacido judío". "Es una experiencia complicada, interesante, moralmente exigente y muy singular," dice, "y eso me gusta."El típico protagonista de Roth, que aparece nuevamente en Indignación, es dolorosamente inteligente y sobreprotegido. Esteta instintivo, está dividido entre la mente y el cuerpo, el sexo y la razón, la familia y el yo, el deseo y el deber. Mártir de la neurastenia, esta angustiada figura es atormentada por mujeres imposibles (incluso locas), padres arrogantes y, lo peor de todo, una conciencia culpable. A través de los años, Roth ha sido criticado por las feministas y ahora rechaza la sugerencia de que hay cierta veta de locura en todas sus mujeres de ficción."Veamos," dice con ecuanimidad. "En Sale el espectro, no hay ninguna. Allí hay dos mujeres cuerdas. En Everyman, las mujeres son todas cuerdas. Hay una que está loca en Cuando ella era buena (1967) y otra en Mi vida como hombre (1974). Creo que, proporcionalmente a la población, tengo el número correcto de locas."Las novelas de Roth practican una brillante disección del enloquecido carrusel de las pasiones. En combinación con la química volátil de su temperamento, su judaísmo y una indefinible incomodidad de clase media baja frente a ese gran innombrable, las clases sociales estadounidenses, parecen haber engendrado bastante rabia, para usar un sinónimo menos elegante que "indignación". "Rabia", "venganza", "aspereza" son palabras que aparecen por todas partes en el paisaje de la obra de Roth. Ahora, quizá, promediando los 70, ha habido cierta dulcificación. La "indignación" de su nuevo libro quizá sea "la palabra más bella de la lengua inglesa", pero proviene del himno nacional chino. Como Marcus Messner, Roth tuvo en la escuela primaria profesores de izquierda que, además de canciones patrióticas, enseñaban a sus alumnos marciales cánticos de propaganda china.En la obra del novelista siempre hubo cierta seriedad moral. Pero entonces descubrió el costo de explorar su condición de judío y quizá esta sea una de las fuentes de aquella rabia. En abril de 1959, un cuento publicado en The New Yorker, "Defensor de la fe", ofendió a tal punto a algunos lectores judíos al sugerir que un soldado judío podía aprovechar las sensibilidades judías de un comandante judío para asegurarse un trato preferencial que intervino la Liga Anti-Difamación de B'nai B'rith.De repente "Philip Roth" era tema de habladurías en la sinagoga y motivo de discusión en los hogares. Durante gran parte de la década de 1960, se lo declaró traidor a su pueblo, se lo denostó y condenó por ser algo peor que un antisemita.Claro está que todo este alboroto tribal no fue nada comparado con el escándalo que suscitó El lamento de Portnoy, publicado a fines de los 60. La novela, que lo convirtió en una celebridad, es un libro icónico que cambió todo, lanzándolo de cabeza a un mundo de curiosidad pública banal. Esta novela disfrazada de confesión fue un best-seller instantáneo. Tomada por miles de lectores estadounidenses como una confesión disfrazada de novela, colocó a su autor en el centro de la escena. Allí está desde entonces.A mi insinuación de que quizá inconscientemente había buscado la indignación con El lamento de Portnoy, tras su experiencia con el complejo de persecución judeo-americano, responde: "No tengo ningún sentido del público, al menos cuando escribo. El público para el que escribo soy yo, y estoy tan ocupado tratando de dilucidar la maldita cosa y resolviendo el problema que lo último que pienso es: '¿Qué va a pensar X, Y o Z?'" Cualquiera fuera el motivo, no había retorno. "La literatura me metió en esto" dice su personaje Peter Tarnopol en La gran novela americana, "y la literatura me va a sacar".Tal vez escribir ficción literaria no fuera la ruta de escape ideal, pero era la que él conocía. La obra de Roth de comienzos de los 70 parecía revelar lo que un crítico tachó de "los peligros de una mente excesivamente literaria". Después de la comedia salvaje de El lamento de Portnoy, Roth experimentó con la sátira (La pandilla), la fantasía satírica (El pecho), las fantasías caóticas de La gran novela americana y el "prodigioso lío" de Mi vida como hombre. Finalmente, en su joven madurez, se instaló en la exploración del yo, a través de Tarnopol, Kepesh (El profesor del deseo) y posteriormente Zuckerman (El escritor fantasma y Zuckerman desencadenado). Este fue el período intermedio de la carrera de Roth, y coincidió con su relación con Claire Bloom, quien decidió desde un principio que quería "pasar la vida con este hombre notable".El profesor del deseo (1977) está dedicado a ella, y este fermento de media estación también produjo El escritor fantasma (1979), Zuckerman desencadenado (1981) y La contravida (1986), una de sus mejores y más originales novelas.Para entonces, la relación Roth-Bloom estaba tan firmemente establecida a ambos lados del Atlántico que el autor pasaba la mitad del año en Londres. La íntima conexión de Roth con Inglaterra queda reflejada en Decepción, novela narrada enteramente en diálogo, que imagina la aventura de un literato con una mujer de clase media inglesa. La cruda inmediatez de este relato, con su rothiana declaración de que "en mi imaginación soy infiel a todo el mundo", provocó una crisis con Bloom, quien en sus memorias escribe sobre este episodio: "Ya no me importaba un bledo si esas novias eran fantasías eróticas. Lo que me dejó sin habla fue que me pintara como una esposa celosa que es engañada una y otra vez. Ese retrato me resultó desagradable e insultante".Casi simultáneamente con esa ruptura, Roth sufrió un colapso nervioso (inducido por el Halcion que le habían recetado luego de una cirugía de rodilla) junto con un urgente anhelo de volver a su país. "Empecé a sentirme cada vez menos conectado con los Estados Unidos. Empecé a sentir que estaba perdiendo contacto con la vida estadounidense. Y en 1989 me di cuenta de que ya no podía hacer esto. Entonces volví. Fue un maravilloso regreso a casa porque redescubrí un viejo tema, que era este país, y comencé a escribir los libros sobre los Estados Unidos. Era la mejor de las situaciones. Encontré un tema nuevo que era un tema viejo que ya conocía."En 1993, se divorció de Claire Bloom e ingresó en la fase que culminó con Sale el espectro e Indignación. "Libertad, se llama," dice, cargando la frase de una alegría casi tangible. Ahora estaba a campo abierto. Podía ir y venir a gusto. Podía trabajar donde, como y cuando quisiera, leer cuanto le gustara y deleitarse en la exploración de sus muchos yos. ¿Lee a sus contemporáneos?, le pregunto."No, no los leo, y no es por principio. Es que ya no leo mucha ficción. Me gusta mucho más leer no ficción. Leo todas las noches. Releo. El mes pasado releí a Camus." También últimamente ha releído a Turgenev y Conrad.Lo que nos lleva a la relectura del mismo Roth. El lamento de Portnoy sigue siendo un tour de force desenfrenadamente gracioso pero es la obra de un hombre joven. Muchas novelas de la mediana edad de Roth, con su obsesión literaria por sí mismo, no soportan bien el paso del tiempo. Parecen artificiosas y algo carentes de humanidad. A esta altura del partido, quizá lo más que se puede decir es que todavía abriga una aspiración a la grandeza simple que, hasta ahora, parece habérsele escapado entre los dedos.La prosa de Roth es famosa por desplegar el artificio del no artificio. En la página, logra una voz que es sencilla, natural y cercana a los ritmos cotidianos del habla. A lo largo de su obra, muestra una profunda admiración por dos escritores ingleses, Shakespeare y George Orwell. Creo que la claridad de Roth deriva en parte de Orwell, cuyos grandes libros, Rebelión en la granja y 1984, se publicaron en los años 40, una etapa impresionable de la adolescencia de Roth.Pero cuando trato de acercarme a este hombre quisquilloso y solitario a través de sus libros las dificultades se multiplican. Las vidas que aparecen en sus novelas, sobrecargadas con "la terrible ambigüedad del 'yo'", carecen de la simplicidad de la prosa. Flotan, en cambio, en una tierra de nadie entre la imaginación y la realidad. Esto se debe a que el autor mismo es escurridizo e indiferente y está a la defensiva frente a los vulgares esfuerzos por ubicarlo. Como muchos escritores cómicos, parece perturbado, en particular por las atenciones del mundo exterior. Prefiere su solitaria reclusión y su biblioteca.Al entrar al mundo de Roth, uno ingresa en una sala de espejos. Su crítica preferida, Hermione Lee, lo explica así: "Vidas en historias, historias en vidas: ese es el nombre del doble juego de Roth". Las travesuras, si eso es lo que son, no terminan allí. La artificiosa "autobiografía de un novelista" escrita por Roth, Los hechos, comienza con una carta a Nathan Zuckerman, su más famoso alter ego, en la que pide su veredicto sobre el libro, y termina con la "respuesta" de Zuckerman: "Estimado Roth, he leído el manuscrito dos veces. Aquí tiene la sinceridad que me pidió: No lo publique".A Roth le molesta que le pregunten sobre sus muchos alter egos. Habla con desdén de los críticos que quedan entrampados en el alambre de púas de la tierra de nadie rothiana: "¿Soy Roth o Zuckerman? Escribo ficción y me dicen que es autobiografía; escribo autobiografía y me dicen que es ficción. Así que, como soy tan obtuso y ellos tan vivos, que decidan qué es o no es".Lo que un crítico diga ahora no hará mella en Roth. No se molesta en leer reseñas. "Trato de leer tan pocas como puedo. No es muy gratificante, salvo en muy pocos casos, y depende de quién la haya escrito."Novela corta o cuento largo, Indignación contiene material reciclado de libros anteriores. Pero, si bien hay indicios de cierta disminución de sus aptitudes, también hay un nuevo foco de atención: un yo que reconoce la cercanía del fin y otro que mira hacia el comienzo. Además de reflexionar sobre la mortalidad, Indignación habla de la llegada de un joven a la mayoría de edad.¿No se sintió tentado, pregunto, de escribir una comedia para alejar las frías sombras de la mortalidad? "Me encantaría hacerlo, pero... creo que ya no sé cómo ser cómico."Indignación refuta esta afirmación. Hay un episodio cómico en el centro de la narración en que la novia de Marcus Messner le practica sexo oral. "Lo que quería hacer en este libro," explica, "es pintar costumbres sexuales que han desaparecido a través de este pequeño incidente".Cuando Roth publicó El animal moribundo (2001), le pregunté sobre su siguiente libro y contestó: "Espero que me lleve el resto de la vida. Ya no soporto empezar de cero". Pero la experiencia de la vida real contradice las imaginativas esperanzas del escritor. Acaba de terminar otro libro sobre otro tipo de muerte, un suicidio. Insiste en que este "no tiene valor terapéutico. Sólo me resulta un tema interesante. Quería ver si podía llevar a un personaje hasta el punto en que... Estoy tratando de volver loco a alguien," resume cortante.La cinta se termina. Se acabó el tiempo. Caminamos bajo una cúpula de viejos robles hacia el estudio de Roth. El interior es espartano. Hay dos escritorios –uno para escribir y otro para "los asuntos comerciales"–, una radio y un atril, donde Roth, que tiene problemas de columna, trabaja de pie.Cuando concluye nuestra recorrida, me firma un ejemplar de Indignación y nos despedimos. El hombre viejo y gris camina lentamente bajo los árboles hacia su estudio para su inevitable cita con su mesa de trabajo, un escritor feliz de estar solo con sus muchos yos, agotada toda pasión.(c) The Observer Y Clarín TRAD.: Elisa Carnelli

sexta-feira, 10 de abril de 2009

Morales continua em greve de fome com o debate no Congresso paralisado


Morales continua em greve de fome com o debate no Congresso paralisado
Presidente da Bolívia reivindica lei que permita realizar eleições gerais este ano

O presidente da Bolívia, Evo Morales, continuou nesta sexta-feira sua greve de fome em reivindicação da lei que permita realizar eleições gerais este ano, mas o debate no Congresso sobre a norma está paralisado, após o abandono de vários legisladores da oposição. Morales permanece desde ontem em jejum no Palácio do Governo de La Paz junto com os líderes dos movimentos sociais que o apóiam, em um esforço, segundo disse esta manhã aos jornalistas, para fazer com que a crise vivida pelo país "se resolva de forma pacífica". Mas a poucos metros dos grevistas, no Congresso Nacional, o debate sobre o novo regime eleitoral se encontrava em suspenso, pela ausência de boa parte dos legisladores opositores. Este abandono aconteceu ontem após ser aprovada em primeira instância (não definitiva) a lei eleitoral. A sessão se desenvolveu no meio da polêmica, já que o presidente do Parlamento e vice-presidente do Governo, Álvaro García Linera, procedeu uma votação com a mão erguida de forma surpreendente quando muitos parlamentares da oposição estavam ausentes. Hoje, o senador opositor Carlos Borth, um dos interlocutores para pactuar a lei eleitoral, afirmou que a sessão do Congresso não será retomada até que se restabeleça a comissão negociadora, a fim de fechar definitivamente um acordo sobre o texto. Evo Morales pediu hoje que sejam estudadas medidas disciplinares para sancionar, no marco da nova Constituição, os parlamentares que "abandonam ou fogem" das sessões do Congresso. A greve de fome empreendida pelo governante para exigir a aprovação da lei eleitoral está sendo seguida por outras mil pessoas em todo o país.

quinta-feira, 9 de abril de 2009

Parlamento Françês derrota lei que pune usuários da Web

Ministra da Cultura, Christine Albanel.


Havia uma proposta para tirar do ar os usuários que baixavam materiais audiovisuais sem consenso com os sites, tomando isto como delito.A punição seria ter a web bloqueada , e mesmo pagando-provedor- não haveria acesso.A esquerda francesa obstruiu a lei.pacv

do Terra


Ficou definido, não sem grande confusão, que o poder executivo criará uma comissão e nomeará um presidente para a proteção dos direitos da criação e da internet.
Isso significa, trocando em miúdos, que o país criará um comitê destinado a avaliar até que ponto o compartilhamento de arquivo ou a violação das regras dos direitos autorais devem ser punidos – com a suspensão ao acesso à rede mundial de computados, por exemplo.
A bancada socialista, contrária ao projeto, ainda pretende levar adiante as discussões na Assembléia Nacional. Alguns deputados argumentam que apenas um tribunal tem direito de dizer se um cidadão é culpado ou inocente.
“Os direitos dos autores são indispensáveis, mas a caça aos piratas é uma fábula arcaica”, diz o deputado Christian Paul, do partido socialista. “É uma volta à idade média”.
Segundo o Le Monde, o deputado UMP, Patrice Martin–Lalande, vai ainda mais longe em seus argumentos. Ele defende que a internet é um direito fundamental, como a educação e a saúde. Para Lalande, o governo não apenas não deve punir os usuários como deve garantir o acesso à internet por meios públicos.
Nos Estados Unidos as punições aos usuários estão previstas desde o final de 2008. No entanto, elas foram pensadas por associações ligadas aos direito autorais e não pelo poder executivo.
A postura da ministra da cultura francesa também vai na contramão do parlamento europeu que, na semana passada, defendeu o reforço das liberdades fundamentais da internet.Christine Albanel, ao defender a postura punitiva, alinha-se a um pensamento conservador que tenta conter um movimento que, no fundo, não pode ser contido.
Será que a primeira dama Carla Bruni tem reclamado na queda das vendas dos seus CDs para Nicolas Sarkozy?
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aqui- abaixo uol
Governo francês decide punir pirataria online com corte de acesso à web
Por IDG News Service/França

Paris - Entre medidas governamentais para impedir pirataria, estão a inclusão de marcas d'água no conteúdo e criação de lista de infratores.
O governo francês planeja acabar com a pirataria de músicas e filmes online cortando o acesso à internet dos acusados de acessar o conteúdo ilegalmente.A decisão é parte de uma série de medidas para lidar com a cópia não-autorizada de vídeos e música online proposta pela Ministra da Cultura da França, Christine Albanel.Outras medidas incluirão marcas d’água no conteúdo, rastreamento de atividades dos internautas e criação de uma lista com o registro dos acusados.Em 2006, foi apresentada uma lei que torna o compartilhamento de arquivos não-autorizado uma ofensa criminal, punida por até seis meses de prisão e multa de 45 mil dólares.“Não podemos aceitar por muito tempo que os artistas sejam privados dos frutos de seu trabalho”, declarou.O governo ganhou apoio da indústria de mídia, que irá implementar as marcas d’água e popularizar o download legal de filmes. Christiane assinou, nesta sexta-feira (23/11), acordos com canais de TV, provedores de internet e grupos que representam cineastas, autores e músicos
by
abaixo Ministério da Cultura Brasil
França: Legislação repressiva ou ridícula?
Fábio de Oliveira Ribeiro - Observatório da Imprensa
A exemplo do que ocorre no Brasil, o Direito Penal da França não possibilita a responsabilização de alguém pela conduta de outrem. Cada qual é responsável apenas pelos seus próprios atos.
A França já aprovou uma Lei através da qual pretende restringir o direito dos internautas de divulgarem conteúdos na web.
Agora, o Poder Legislativo da França “…pretende vetar o acesso à internet aos usuários que fizerem downloads ilegais de filmes ou músicas. O acordo entre o governo, provedores de acesso e os detentores de direitos autorais desses bens culturais vai beneficiar a indústria fonográfica, que afirma que esse tipo de troca de arquivos prejudica suas vendas. Os provedores enviarão mensagens aos seus usuários alertando que estão praticando atos ilegais. Se o aviso for ignorado, a conta do usuário será suspensa ou cancelada” (fonte: Jornal de Debates, IG).
Ah, esses legisladores franceses! Será que eles não perceberam que a jurisdição penal francesa só se aplica aos fatos ocorridos dentro do território da França? Se alguém dentro da França postar algo na internet que viole a referida Lei poderá ser punido. Todavia, contornar a legislação repressiva é perfeitamente possível.
Responsabilidade pessoal
A Constituição da França e os tratados internacionais subscritos por aquele país (inclusive, os que se referem à construção da União Européia) garantem a todos os franceses o direito à liberdade de consciência e expressão, bem como o direito ao sigilo de sua correspondência. Nenhum jurista decente duvida de que os e-mails podem ser equiparados às cartas, de maneira que também estão cobertos pela garantia de sigilo.
A exemplo do que ocorre no Brasil, o Direito Penal da França não possibilita a responsabilização de alguém pela conduta de outrem. Cada qual é responsável apenas pelos seus próprios atos.
O espírito de Clouseau
Sendo assim, se algum francês enviar os arquivos que pretende divulgar na internet para um colega de outro país (Inglaterra, Bélgica ou Portugal, por exemplo) e a divulgação do arquivo for feita num website da própria França, nada irá ocorrer. A propósito, nada também poderá ocorrer ao francês se ele receber o arquivo proibido anexado a uma mensagem de seu colega inglês, belga ou português. Afinal, o francês não poderá ser responsabilizado pelo que o outro internauta postar na web e o autor da mensagem, com o arquivo proibido, estará fora da jurisdição francesa.
Tudo bem pesado, parece que os legisladores da França não perceberam que sua atitude irá apenas reforçar a solidariedade online. A avalanche de violações à Lei recentemente aprovada submeterá o legislativo da França ao ridículo. Será que os gloriosos legisladores franceses estão atuando sob influência do inspetor Clouseau?
A república francesa foi construída sobre três princípios: liberdade, igualdade e fraternidade. Já a internet francesa parece se resumir a uma expressão: repressão inútil.

quarta-feira, 8 de abril de 2009

POETAR PARA O RUMOR DE SÃO PAULO



"Pelos ventos nativos, ruminantes,/ brincam pastores céleres de outrora./ Saltam leves, ligeiros, ou contemplam/ como quem doura o trigo e se abstrai".






O  poeta Francisco de Assis Lima, deu-nos uma obra a mais e desta vez, surpreendente nos seus versos que caminham sobre planos dourados de plenitude, de imaginação e garra de guerreiro nordestino; pastor de belezas e de contemplações que só quem tem rebanho de beleza poética e olho que cheira e admira, pastora e "abstraindo" as paisagens verte belezas.Tá lá no livro, leiam e embelezem-se.
Paulo A C Vasconcelos




A Revista Rascunho do Paraná, especializada e respeitada no campo da Literatura entendeu bem o recado de Francisco:





Críticas e Resenhas


DEDICAÇÃO E TRABALHO
Álvaro Alves de Faria • São Paulo – SP
Poemas arcanosAssis LimaAteliê84 págs.
Francisco Assis de Sousa Lima. Este é o nome de um poeta. Diante de tantas festividades e vaidades afloradas, diante de tanta gente que não é o que pensa ser, eis que surge um livro de poesia, de um poeta cearense. Francisco Assis de Sousa Lima. Este é seu nome. Um poeta. Psiquiatra e pesquisador em cultura popular. Nesta área publicou Conto popular e comunidade narrativa. O poeta reuniu poemas escritos ao longo de 30 anos. O resultado é resplandecente, e a expressão é essa mesma. Basta ver o livro Poemas arcanos, que ele assina apenas como Assis Lima. Assis Lima é o nome do poeta que, ao meio desses escombros, surge do Ceará, nascido em Crato. De vez em quando é bom ver um livro de poesia. E isso, em relação à literatura inclui, também, o caráter duvidoso de muitos que julgam ter a grandeza que nunca terão. Mas a poesia ainda existe. De alguma maneira, apesar de tudo, ainda existe poesia no Brasil. Ainda existem alguns poetas. Só alguns, mas existem. Prova disso é este livro. Lima abre seu livro com palavras de um autor anônimo, para melhor situar seu poema e o que pensa, afinal, da própria poesia e da existência, existência mesmo, sem discursos: "O mistério é protegido não pelo segredo, mas de outra maneira. A sua proteção é a sua luz, ao passo que a proteção do segredo é a obscuridade. Quanto ao arcano, que é o grau médio entre o mistério e o segredo, é protegido pela penumbra. Porque ele se revela e se oculta por meio do simbolismo. O simbolismo é a penumbra dos arcanos". A verdade é que a poesia de Assis Lima se impõe por uma qualidade cada vez mais difícil neste país de gente que se diz poeta e faz da poesia um cartão de visita para expor a vaidade dos imbecis. Assis Lima sabe que não é assim. A poesia é a poesia, ela mesma, sem mais nem menos. O poema se constrói com dedicação e trabalho, exercício existencial e não mecânico e com o alarde dos que se julgam sábios: "Minhas certezas são poucas,/ são pulsações que nem peço./ Trago uma herança de medo/ e a dor de um banzo tão velho/ que já não posso, nem quero,/ suportar tamanho peso". O poeta fala da sua dor de ser, quando ser parece impossível. As pessoas que andam procurando boa poesia para ler devem sair em busca deste livro. Um livro que se impõe pela beleza. Um livro de poesia que se impõe só pela poesia, sem aquela movimentação ridícula da política literária, que manda e desmanda, faz e acontece. Não. Assis Lima apenas mostra sua poesia, uma poesia que é poesia. Como estes quatro versos, início de um soneto. É, um soneto!: "Pelos ventos nativos, ruminantes,/ brincam pastores céleres de outrora./ Saltam leves, ligeiros, ou contemplam/ como quem doura o trigo e se abstrai". Destaque-se, especialmente, os seis poemas que compõem a parte Temas para Lua Cambará: "O tempo me ensinou a ruminar./ Eu rumino o bredo dos séculos que comi". Poemas arcanos é um livro de poemas e de poesia. Sem discursos inócuos. Isso é o que mais se vê, especialmente em causa própria. Neste livro de poesia, o poeta narra o que vê e se envolve, até porque poesia sem envolvimento não é poesia. É outra coisa que nem convém dizer.

WARHOL Expo:Espírito Santo


Não porque sou Nordestino, mas fico feli em iniciativas primeiras iniciar NÃO pelo centrão econômico, caso desta exposição que inicia pelo ES e vai para o Nordeste, e só depois vem ao Rio e São Paulo.

pacv

.......Museu de Artes do Espírito Santo, em Vitória, onde, desde quinta-feira,02.04.09, está aberta a exposição itinerante Andy Warhol - Arte e Práticas para o Dia a Dia. "O próprio nome da mostra já revela nosso propósito", explica a curadora americana Jessica Gogan, do Andy Warhol Museum, de Pittsburgh, responsável pela concepção da exposição. "A obra de Warhol estava centrada na prática de reinvenção do cotidiano, ou seja, ele buscava elementos que as pessoas comuns viam como banais para transformá-los em aOs curadores tomaram o cuidado de selecionar obras palatáveis ao grande público - daí as serigrafias de pessoas famosas como Jane Fonda, Lenin e Liza Minnelli, além de polaróides de Mick Jagger, Arnold Schwarzenegger e autorretratos de Warhol. E, por se tratar de uma exposição aberta a todas as faixas etárias, evitou-se prudentemente as obras de conotação sexual mais acentuada, como os filmes filosóficos-pornográficos interpretados por Joe Dallesandro.Ao se divertir fazendo serigrafia ou deixando sua imagem gravada, porém, o visitante desconhece que está reforçando a opinião dos principais críticos à obra de Warhol, acusado de substituir a criação pelo sensacionalismo, de supostamente transformar o marketing em arte; enfim, de transformar a Pop Art em uma vertente medíocre das propostas do dadaísmo.Jessica Gogan prefere evitar uma discussão que parece não ter fim para exaltar o incentivo da prática artística. "Warhol era um artista cuja criatividade não tinha limite, o que nem sempre era facilmente compreendido", diz ela, amiga da diretora do Museu de Artes do Espírito Santo, Leila Horta, cujo empenho facilitou ser ali o primeiro ponto brasileiro a receber a exposição. Em julho, quando terminar a temporada capixaba, a mostra deve seguir para o Recife e, provavelmente, Fortaleza.No ano que vem, deverá ser a vez do MAC de Niterói, no Rio. Em São Paulo, os curadores esperam ocupar a Pinacoteca, ainda sem data prevista."

by

estadão 06.04.2009


segunda-feira, 6 de abril de 2009

CULT DOSSIÊ FOUCAULT

Excelente edição com vários textos, com destaque para o texto de :PETER PAL PELBART-Fala dos confins - O lugar da literatura na obra de Foucault.
Paulo A C V

domingo, 5 de abril de 2009

A Literatura Através do Cinema - Realismo, Magia e a Arte da Adaptação

O estadão publicou -DOMINGO -05.04.2009

Sessão de livros
De D. Quixote a Macunaíma, A Literatura Através do Cinema, do americano Robert Stam, analisa a relação entre as duas artes
Luiz Zanin Oricchio
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O livro é melhor que o filme. Quem já não ouviu esse clichê sobre as adaptações literárias para o cinema? A frase feita conota o cinema como arte menor, subordinada à literatura, este sim o modo nobre de expressão por seu prestígio e antiguidade. No entanto, segundo o pesquisador norte-americano Robert Stam - autor de A Literatura Através do Cinema - Realismo, Magia e a Arte da Adaptação (Editora da UFMG, 512 págs., R$ 79) -, Orson Welles foi quem melhor entendeu a estrutura narrativa de Dom Quixote. Jack Gold enxergou em Robinson Crusoe a misoginia colonialista que Daniel Defoe não pôde ver. E durante a ditadura militar, Joaquim Pedro de Andrade tirou de Macunaíma uma leitura política com a qual Mário de Andrade não havia sonhado. Ou seja, muitas vezes é o cinema que ilumina uma obra, ao dialogar com ela sob a forma da adaptação. A lição que se tira do livro é de uma nova dignidade concedida à arte da adaptação.Stam é autor de trabalhos seminais como O Espetáculo Interrompido e Crítica da Imagem Eurocêntrica, estudos que colocam as teses do russo Mikhail Bakhtin e ideias do multiculturalismo em funcionamento para debater a posição do cinema no contexto da cultura. Procura sempre relacionar política e estética, com ganho significativo de compreensão em relação a esses dois domínios interdependentes. O pesquisador viveu muitos anos no Brasil e é profundo o seu conhecimento do cinema nacional. É também autor, em parceria com Randall Johnson, do indispensável Brazilian Cinema, ainda sem tradução. Bob, como os amigos o conhecem por aqui, tem filho brasileiro e essa é uma das razões, mas não a única, para manter laços permanentes com o País. É professor titular na New York University, onde leciona matérias relacionadas ao multiculturalismo e mídia, cinema brasileiro e latino-americano e nouvelle vague. Atualmente, está em Princeton, como professor convidado.Em A Literatura Através do Cinema, para mostrar o que acontece no percurso entre as páginas e as telas, Stam vale-se de algumas obras literárias referenciais, "canônicas". Em primeiro lugar, Dom Quixote, de Miguel de Cervantes, considerado o primeiro romance moderno. Como contraponto, entra Robinson Crusoe, de Daniel Defoe, por representar a vertente oposta ao Quixote. Se a obra de Cervantes é um tipo ideal da tradição paródica e autorreflexiva, a de Defoe se filia à vertente mimética, "realista". O Quixote é a fonte de romances como Tom Jones, de Henry Fielding, ou Tristram Shandy, de Laurence Sterne, que ostentam seus próprios artifícios e técnicas de construção. Já Robinson quer simular que é apenas relato de algo real, que de fato aconteceu. São polos opostos, talvez complementares. "A tensão entre a magia e o realismo, a reflexividade e o ilusionismo, tem alimentado a arte", diz Stam.Nessa tensão, resolver em imagens (e sons) o que é da ordem da palavra escrita tem sido desafio permanente para os cineastas. Pela posição que ocupa na cultura ocidental, mas também pelo fascínio do personagem, compreende-se que o Quixote tenha sido um dos livros mais adaptados de todos os tempos. Suas "versões" para a tela contam-se às dezenas. Stam escolhe uma delas de maneira privilegiada - a de Orson Welles. Justamente uma adaptação incompleta, de produção acidentada, que não foi montada pelo próprio autor. Mas talvez por isso mesmo seja tão interessante. O Quixote era para ser apenas um conto. Tornou-se um romance ("o" romance), deu margem a plágios e obrigou Cervantes a escrever um segundo volume com as aventuras do cavaleiro e do escudeiro Sancho. Neste segundo livro, aparecem personagens que já conheciam Quixote e Sancho pela leitura do primeiro volume, num procedimento intertextual que faz a modernidade precoce da obra.Stam analisa a versão do Quixote do soviético Grigori Kozintsev, bastante colada ao original. Mas privilegia a leitura de Welles, porque mais próxima do espírito da obra. "Acontece que Welles acreditava em adaptações infieis", escreve. "Por que adaptar uma obra, dizia ele, se você não pretende modificar nada nelas?". Welles tinha usado esse procedimento com Shakespeare, Conrad e também H.G. Wells, na famosa versão radiofônica de A Guerra dos Mundos que causou pânico nos EUA e tornou-o famoso. Assim, apega-se a algumas características do Quixote e as transpõe sem cerimônia para a tela. O anacronismo, usado por Cervantes, é escancarado no filme. Sancho, por exemplo, se maravilha com uma "caixa de novidades", ou seja, com um aparelho de televisão. No fim do filme, Quixote não se espanta que astronautas cheguem à Lua; apenas teme pela mecanização do homem. O próprio Welles é ouvido no filme, em voz over, e também é visto, filmando. "Welles deleita-se com a linguagem e o estilo do romance", comprova o pesquisador.Já com Robinson Crusoe a história é outra. O personagem, segundo Stam, encarna o individualismo possessivo em sua forma mais extrema. Solitário em sua ilha, ocupa-se em aparelhá-la para o conforto burguês e sua relação com Sexta-Feira é instrumental, sem contar que Robinson havia ficado rico graças ao comércio escravista no litoral da Bahia. As relações da obra com o cinema são precoces. Basta lembrar que Méliès a adaptou, logo em 1902. Há mesmo um Robinson Crusoe brasileiro, com Costinha e Grande Otelo nos papéis principais. Luis Buñuel rodou uma versão do romance em sua fase mexicana, estranhamente conservadora segundo Stam, e mesmo assim pontilhada de achados surrealistas e anticlericais. O notável é que Buñuel tenha "suavizado" o personagem, tornando-o "mais gregário e sociável", o que significa uma crítica ao ideário colonial implícito ao texto. Ainda assim é pouco, e Stam bate duro: "A adaptação de Buñuel é de uma conivência frustrante com as convenções racistas e imperialistas que informam o romance de Defoe."Outro clássico dos mais adaptados foi Madame Bovary, de Gustave Flaubert. Há várias versões, entre as quais a do americano Vincente Minelli, e as dos franceses Jean Renoir e Claude Chabrol. O destaque fica para Chabrol, por sua afinidade eletiva em relação a Flaubert - ambos cronistas do tédio provinciano. Dito isso, a riqueza estilística do original de Flaubert parece ter ficado longe de suas versões no cinema. Nenhuma delas, constata Stam, foi tão inventiva em sua linguagem quanto foi o romance de Flaubert para a literatura da época. O mesmo reparo o pesquisador usa para as adaptações de Lolita, de Vladimir Nabokov, feitas por Stanley Kubrick e, depois, por Adrian Lyne, ambas aquém das possibilidades abertas pelo romance. A de Kubrick, por pressão da censura; a de Lyne, pelo contrário, por uma excessiva erotização do "texto" fílmico e consequente perda de sutileza.Em seu diálogo permanente com o Brasil, Stam destaca várias adaptações, como a de Memórias Póstumas de Brás Cubas, de Machado de Assis, feita por André Klotzel, por exemplo. Entende que faltou à (boa) versão o substrato antiescravagista presente no subtexto machadiano. Nesse sentido, o de aproveitamento máximo das potencialidades de um romance, o destaque ficaria para Macunaíma, o romance-rapsódia escrito por Mário de Andrade em 1928 e adaptado por Joaquim Pedro de Andrade 40 anos depois. Segundo o pesquisador, "poucas vezes um filme realizou com tanto brilhantismo as possibilidades políticas e artísticas da adaptação..." Essa versão, realizada na voragem da ditadura militar, condensa o modernismo do Cinema Novo, a Tropicália emergente e a política radical revolucionária do terceiro-mundismo da Tricontinental. Em sua versão, Joaquim Pedro insiste na crítica à repressão militar e ao "capitalismo predatório do efêmero milagre econômico", através do voraz capitalista Venceslau Pietro Pietra.No livro, Stam procura arar em campo fértil ao "desprovincializar" os estudos da literatura e do cinema, fazendo de ambas artes participantes de uma extensão transtextual mais ampla. Iluminam-se mutuamente e se enriquecem. Sobretudo quando dialogam e intercambiam linguagens. É um ganho para ambas, e certamente para a cultura de maneira geral.
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COMENTÁRIOS

García Márquez será o centro do novo Museu do Caribe na Colômbia



Uma das seis salas do projeto de 20.000 metros quadrados levantado no centro histórico de Barranquilla, estará dedicado a vida e obra del Nobel nascido em Aracataca.

sábado, 4 de abril de 2009

Cinema na Escola

Bela Iniciatica das políticas públicas, espero que vingue, mas de ANtemão vai faltar a TELONA

PAULO







CONTARDO CALLIGARIS Cinema na escola
A primeira tarefa do crítico é a de permitir que a obra entre na vida do leitor e a transforme
TEMPOS ATRÁS , neste espaço, eu estranhei que o cinema não fosse matéria escolar: os alunos, pelo mundo afora, devem aprender a ler e a apreciar as artes e a literatura (incluindo o teatro -reduzido ao texto), mas não o cinema.Talvez seja por alguma sisudez dos pedagogos que escolhem programas e objetos de estudo: "O cinema diverte? Então, divirtam-se; a escola não tem nada a ver com isso", como se o prazer das massas implicasse o escasso valor cultural dos "produtos".As próprias artes e a literatura parecem estar no "panteão" das matérias escolares à condição que os alunos renunciem ao "barato" de ler e de olhar. Por sorte, sempre há professores que contaminam os alunos com seu próprio prazer na fruição de literatura e arte. Mas eles são exceção: em geral, o prazer é esmagado pelo peso da história literária (frequentemente transmitida sem uma relação viva com a história das ideias e dos homens) e de uma análise, dita "crítica", que teima em excluir o essencial da experiência do leitor, ou seja, o fato de que, lendo, ele transforma sua experiência de si mesmo, dos outros e do mundo. Por exemplo, durante o secundário, meu professor de literatura conseguiu me tornar quase impossível a leitura (obrigatória) de "Os Noivos", de Manzoni, que é (descobri depois) um grande romance. Em compensação, meu professor de grego, embora tivesse de nos ensinar a língua junto com sua literatura, transformou a "Odisseia" em parte do nosso mito pessoal. Com ele, a gente se apropriou de um patrimônio de experiências que mal poderíamos viver numa vida inteira. Quem nunca viajou soube o que é a nostalgia de Ítaca, e quem viajou viveu aquela nostalgia mil vezes mais intensamente. Foi publicado recentemente, aliás, um pequeno livro de Tzvetan Todorov, "A Literatura em Perigo" (Difel), que recomendo a todos os que ensinam. Todorov, que foi um dos pregoeiros do formalismo na análise literária francesa, constata o fracasso do ensino da literatura e propõe que, antes de formar críticos, a gente forme leitores. Mas voltemos ao cinema. Uma boa notícia não faz mal: no Estado de São Paulo, começa agora o programa "O Cinema Vai a Escola" para o ensino médio. Os educadores já receberam uma primeira caixa com 20 filmes em DVD (outra virá) e dois volumes do "Caderno de Cinema do Professor" (um terceiro também chegará mais tarde). O primeiro lote inclui o DVD "Luz, Câmera... Educação", que mostra um pouco os artifícios e recursos do cinema, mas o projeto do programa aparece sobretudo no primeiro caderno dos professores. Trata-se de um guia para conversas possíveis com os alunos, depois de cada filme. Sem esquecer completamente a análise da linguagem cinematográfica e a história do cinema, o acento é sobre a relação de cada filme com questões que podem surgir em outras disciplinas ou, simplesmente, na vida dos alunos: problemas, dramas e dilemas que são, no fundo, cotidianos. Ou seja, a intenção é a de enriquecer a experiência cinematográfica dos alunos, não para que jubilem ao reconhecer, em cada cena, planos abertos e planos fechados, mas para que possam, graças aos filmes aos quais eles assistem, tornar sua existência mais complexa e mais intensa. Talvez alguém se queixe de que não há, no novo ensino, teoria e história suficientes ou que ele não transforma os alunos em críticos. Respondo assim. Na faculdade, fui aluno de alguns grandes professores de literatura (J. Starobinski, J. Rousset, G. Steiner, R. Dragonetti, R. Barthes). Cada um de seu jeito, eles me ensinaram a analisar um texto, mas a razão de minha gratidão por eles é outra: todos confirmaram meu amor pela ficção, porque todos entendiam que a primeira tarefa do crítico é a de se deixar seduzir pela obra e, com isso, ajudar o leitor a permitir que a obra entre na sua vida e a transforme. Havia, na faculdade, uma exceção: um professor (de novo, de literatura italiana) que parecia medíocre, e talvez fosse mesmo. Ele sabia pouco ou nada de teoria crítica, não analisava os textos, apenas declamava longos trechos das obras e, emocionando-se, contava casos de sua vida nos quais a leitura daquela obra o tinha ajudado a viver. Ruim? Pode ser. Mas o fato é que ele também nos dava uma vontade danada de ler os livros que trazia para a aula. Desejo que o mesmo aconteça com o cinema nas escolas de São Paulo e, quem sabe, do resto do Brasil. mailto:ccalligari@uol.com.br


by folha de são Paulo 03.04.2009

A Escola São Paulo


A ESCOLA
A Escola São Paulo é um empreendimento inovador no campo educacional. É um espaço dedicado ao estudo, pesquisa, conhecimento, produção e reflexão sobre a cultura contemporânea.
Foi idealizada e implantada para oferecer aprimoramento educacional por meio da arte e cultura.
Aulas, palestras, cursos, workshops são suas principais atividades, além de manter abertas e gratuitas, para público em geral, sua biblioteca, filmoteca, CDteca e organizar e apresentar exposições.

A Escola São Paulo vale a pena conferir.É apoiada entre outras pela Univ.Anhembi.Morumbi

A Escola São Paulo fica à r. Augusta, 2.239. O tel. para outras informações é 0/XX/11/3081-0364. Se joga! 11.01.2007 (S.A.)

Escola e a Letra

TV Estadão O escritor Flávio Aguiar conversa com Felipe Machado e Ubiratan Brasil sobre "A Escola e a Letra", antologia sobre a relação entre escritores e educação,
vejam no vídeo:
http://www.estadao.com.br/interatividade/Multimidia/ShowVideos.action?destaque.idGuidSelect=ED3AFBF7157149ECB59FED37916C30A9

sexta-feira, 3 de abril de 2009

Selma Vasconcelos, lança, na quinta-feira, dia 23/04, no Museu do Estado de Pernambuco, o livro João Cabral de Melo Neto-Retrato falado do poeta.






A pesquisadora e professora da Universidade Estadual de Pernambuco, Selma Vasconcelos, lança, na quinta-feira, dia 23/04, no Museu do Estado de Pernambuco, o livro João Cabral de Melo Neto-Retrato falado do poeta. A obra reúne entrevistas com familiares, amigos, críticos e intelectuais da área, além de cartas inéditas do próprio escritor. Durante o lançamento, haverá também a exibição do filme Recife/Sevilha - João Cabral de Melo Neto do cineasta Bebeto Abrantes - Giros Produções - com sua última entrevista gravada.
O livro tem prefácio do também poeta e amigo de João Cabral, Marcus Accioly, e é resultado de um trabalho de oito anos da pesquisadora que, ao longo desse tempo, “viveu” João Cabral e o reconstituiu , estabelecendo uma relação entre o homem, sua obra, seu tempo e o mundo. “Além de reconstituir a memória oral do poeta pelos depoimentos registrados, fiz também um resgate e preservação da memória documental de um dos maiores expoentes da literatura nacional e internacional através da leitura e digitalização de sua correspondência e acervo de documentos pessoais que se encontrava sob os cuidados de Fundação Casa de Rui Barbosa - no Rio de Janeiro”, diz Selma.

A pesquisadora solicitou aos entrevistados considerações sobre a poética do escritor. “Pedi que a análisefosse feita numa linguagem acessível de modo a propiciar a compreensão do processo construtivo do poeta pelo público leitor, no sentido de contribuir para a desmistificação da aura de hermetismo que paira sobre o João Cabral”, explica.Serviço:Lançamento do livro : João Cabral de Melo Neto- Retrato falado do poeta - Selma Vasconcelos.Quinta-feira, dia 23 de abril, a partir das 19 horas.Local: Museu do Estado de Pernambuco Avenida Rui Barbosa, 960 - Graça.Fone: (81) 3184-3170

quinta-feira, 2 de abril de 2009

China e Educação

Vejam o caminho que tomou a China e pensemos em nós


China moderniza educação para garantir liderança econômica
ROGERIO WASSERMANNenviado especial da BBC Brasil a Pequim e Guangdong
A educação que os estudantes chineses recebem hoje poderá ter uma forte influência sobre a maneira como o país será liderado já em 2020, quando a atual geração de estudantes começar a alcançar postos de liderança no país.
Os estudantes da China de hoje têm uma formação muito mais aberta do que a que seus pais receberam. A maioria começa a estudar inglês desde cedo, e é cada vez maior o número de estudantes chineses participando de programas de intercâmbio no exterior. A tecnologia também ajuda nessa tendência. A China tem hoje o maior número de internautas do mundo e, apesar dos controles da censura, a rede permite aos estudantes estar em contato com o que acontece no resto do mundo.
"A sociedade chinesa se abriu desde as reformas econômicas iniciadas em 1978, e a educação também acompanhou esta abertura", disse à BBC Brasil Zhong Zhou, professora do Departamento de Educação da Universidade Tsinghua, de Pequim, uma das mais conceituadas do país.
"Os líderes políticos e empresários de hoje, nascidos em sua maioria entre os anos 1940 e 1960, tinham uma formação mais peculiar, tecnocrática", diz Zhong. Esse é o caso, por exemplo, do presidente do país, Hu Jintao, engenheiro formado pela Tsinghua.

quarta-feira, 1 de abril de 2009

CURSOS :A arte de editar um livro: edição, impressão e distribuição



A arte de editar um livro: edição, impressão e distribuição
Tel: (11) 3385-3385 Com Flávia Moreira. Horário: Das 10:00 às 19:00. Email: eventos@revistacult.com.br

A arte de editar um livro: edição, impressão e distribuição

Curso teórico

A produção de um livro precisa de talento e conhecimento. O processo editorial é delicado e passa por várias etapas importantes que definem a qualidade do produto final. A proposta do curso é explicar as etapas para a realização de um livro.
O curso é voltado a profissionais das áreas editorial, livreira, marketing, gráfica, e a tradutores, jornalistas, divulgadores, bibliotecários, revisores, empreendedores e estudantes de Comunicação e Letras.

Dia 24 de abril - sexta-feira - 19h30 às 21h30
Dia 25 de abril - sábado - 10h às 18h

Aulas:Sexta - dia 24 de abril19h30 - A seleção dos originais e a compra dos direitos autorais
Como uma editora toma uma decisão do que merece ser publicado.
Ministrado por: Augusto Massi - diretor-presidente da Editora Cosac Naify e professor de Literatura na Universidade de São Paulo. (a confirmar)
Sábado - dia 25 de abril10h - Os direitos autorais.
A legislação em vigor para a utilização de textos e imagens.
Ministrado por: Leo Wojdyslawski - advogado especialista em Propriedade Imaterial.
11h30 - A etapa da ImpressãoAs opções de papel disponíveis no mercado internacional. Possibilidades de impressão: off-set, rotogravura, flexografia, serigrafia, entre outros. O equilíbrio orçamentário.Ministrado por: Aline Valli - produtora gráfica da Editora Cosac Naify.Almoço - 13h às 14h3014h30 - Do autor ao leitor: o processo de fazer um livro
Ministrado por: Plínio Martins Filho - professor de Editoração na ECA-USP e diretor-presidente da Edusp.
16h - Mercado Livreiro.
O Sucesso de um livro depende da boa distribuição? Como funciona uma livraria?
Ministrado por: Alexandre Martins Fontes - diretor executivo da Editora Martins Fontes.Investimento:
- Inteira: R$ 450,00 (2x 225,00 - a 1ª parcela no ato da INSCRIÇÃO e a 2ª no primeiro dia de aula)
- Estudantes de graduação: R$ 300,00 (2x 150,00 - a 1ª parcela no ato da INSCRIÇÃO e a 2ª parcela no primeiro dia de aula)
Descontos:- Assinantes da revista CULT: 10%- Moradores de fora da Grande São Paulo: 10%- Alunos da Faculdade Cásper Libero: 15%Os descontos não são acumulativos.
Inscreva-se:- Pela internet: clique no botão "Fazer inscrição", acima, e siga as instruções. Após realizar a inscrição, uma confirmação será encaminhada a seu e-mail. - Por telefone: ligue para o Espaço CULT no (11) 3385.3385 e fale com Flávia Moreira, de segunda a sexta, das 9h às 18h. - Pessoalmente: compareça à redação da CULT na Praça Santo Agostinho, 70 - 10º andar - Paraíso - São Paulo - SP, próximo à estação Vergueiro do metrô. Horário de funcionamento: de segunda a sexta, das 10h às 18h. Todos os alunos recebem certificado de participação.

domingo, 29 de março de 2009

Pesquisadora Cearense da Unicef em São Paulo


























A pesquisadora Morgana Dantas em visita a São Paulo, falando a respeito de sua pesquisa junto a Quilombolas do Céara, fala para seus colegas do seu filme-sobre o Quilombo de Alto Alegre em Horizontes e expõe planos para novas investidas no mesmo assunto com intervenção em novos Quilombos do Céara e Rio Grande do Norte.
( na foto da esquerda para direita-Profs .Paulo Vasconcelos, Aldo Ambrózio, Morgana Dantas e Henrique Schuller.

Chile ficou as escuras


Chile também apagou suas luzes pela"Hora del Planeta". A noite grandes edifícios ficaram as escuras

sábado, 28 de março de 2009

Fernando Botero


Fernando Botero volta a Londres após 26 anos e inaugura expsoição -O CIRCO_na galería Thomas Gibson Fine Art.

A Tate Modern de Londres terá uma ampliação em forma de pirámide


O projeto arquitetônico, que será aprovado na semana próxima pelo governo da capital britânica, terá 70 metros de altura e uma superfície de 25 mil metros quadrados. Espera-se que o edifício futurista esteja terminado para 2012, quando Londres será a sede dos Jogos Olímpicos.

http://www.revistaenie.clarin.com/

Paulo Renato de Souza é o novo secretário da Educação em SP


O ex-ministro Paulo Renato de Souza vai assumir no dia 15 de abril a secretaria de Educação de São Paulo. Deputado federal pelo PSDB de São Paulo, ele irá substituir Maria Helena Guimarães

Ex-ministro da Educação entra pra valer, me parece, na campanha de Serra.Como será?

Veremos.Há um mote para a campanha de Serra- Claro-EDUCAÇÂO.

Vamos esperar!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

segunda-feira, 23 de março de 2009

DÚVIDA FILME


Eu recomendo este filme, vale a pena pelos seus atores Phillip Seymour Hoffman e Meryl Streep- e todo roteiro

O ano é 1964 e o cenário é a escola St. Nicholas, no Bronx. O vibrante e carismático padre Flynn (Philip Seymour Hoffman), vem tentando acabar com os rígidos costumes da escola, que há muito são guardados e seguidos ferozmente pela irmã Aloysius Beauvier (Meryl Streep), a diretora com mãos de aço que acredita no poder do medo e da disciplina. Os ventos das mudanças políticas sopram pela comunidade e, de fato, a escola acaba de aceitar seu primeiro aluno negro, Donald Miller. Mas quando a irmã James (Amy Adams), uma freira inocente e esperançosa conta à irmã Aloysius sobre sua suspeita, induzida pela culpa, de que o padre Flynn está dando atenção exagerada a Donald, a irmã Aloysius se vê motivada a empreender uma cruzada para descobrir a verdade e banir o padre da escola. Agora, sem nenhuma prova ou evidência, exceto sua certeza moral, a irmã Aloysius trava uma batalha de determinação com o padre Flynn, uma batalha que ameaça dividir a Igreja e a escola com consequências devastadoras.

domingo, 22 de março de 2009

Pedagogia do (diálogo) entre muros -Filme que não se pode perder de Ver

François Bégaudeau (ao fundo) em cena de 'Entre os muros da escola', durante reunião de professores (Foto: Divulgação)
O diretor francês Laurent Cantet (Foto: Divulgação

Pedagogia do (diálogo) entre muros
“Entre os Muros da Escola” trata da realidade de um escola na periferia de Paris, mas pode falar pelo Brasil
http://zerohora.clicrbs.com.br/zerohora/jsp/default2.jsp?uf=1&local=1&source=a2446822.xml&template=3898.dwt&edition=11947&section=1029
Entendo e proponho que este título sirva não só como uma espécie de metáfora retirada do título do filme do Laurent Cantet, Entre os Muros da Escola (em cartaz na Capital) mas, especialmente, como uma chave de leitura para a compreensão das inúmeras tentativas de interação que a escola pode e tem condições de agir no sentido da construção de uma ‘educação de qualidade’ em cada entorno social onde ela estiver. Aliás este filme bem que poderia fazer parte de vários roteiros daquilo que também ocorre em nossas escolas públicas. Penso naquelas que tenho algum conhecimento e que estão situadas em nosso Estado e em especial em torno de nossa capital. Escrevo isso porque muitos de nós, professores, nos deparamos com essa conhecida situação de uma sala de aula onde estão adolescentes que convivem em cotidianas relações com o mundo adulto, tanto conosco como com os quadros gestores das escolas, nas figuras dos supervisores, orientadores e a sua própria direção.Neste filme o ‘tom’ realista da cultura escolar se acentua nas diversas reuniões de avaliação coletiva dos alunos através dos nossos conhecidos ‘conselhos de classe’. Nesse cenário interativo é que o filme revela sua qualidade e potência pois trata o simples e repetitivo, do cotidiano escolar, como fonte para um criativo roteiro que nos faz rever o quanto ainda precisamos nos debruçar sobre como ocorrem as relações nesse microterritório de uma sala de aula e o quanto fazem também parte de uma totalidade sóciocultural.O título deste comentário é uma resposta que já lanço de início, pois os ‘muros’ apresentados no filme se mostram pelas culturas dos adolescentes em suas origens africanas, asiáticas, latino-americanas e francesas, todas combinadas nas vivências cotidianas de uma sala de aula. Instigante isso para o campo da pedagogia, pois estamos, em nosso país, num momento de elevada produção científica, em qualidade e quantidade, tanto em nossas faculdades de educação quanto nos institutos isolados de pesquisa. Assim, as contribuições das diversas áreas do conhecimento se tornam cada vez mais explícitas em aproximações com as práticas de sala de aula e na formação de professores. Mesmo que as especificidades da psicologia da educação, da psicopedagogia e teorias da aprendizagem estejam com sólidas trajetórias nas suas produções, constata-se também a indispensável contribuição e parcerias das áreas das ciências sociais, especialmente as da história, da sociologia, da antropologia, entre outras. No movimento relacional entre os campos do conhecimento e junto às práticas pedagógicas docentes de nossas escolas se combinam criativas e compreensivas fundamentações sobre o ato de ensinar. Também “quem são os nossos alunos e como eles aprendem”, bem como na fundamentação de processos formativos docente no sentido de “como nossos professores ensinam”.Ora, o filme não foi resultante de um insight isolado, único e espontâneo de parte do seu diretor. Foi na disciplinada busca de situações vividas por estudantes – adolescentes, num período bem longo (quase um ano) em que a “metodologia de pesquisa interativa” com jovens que vivem na França que a equipe do filme obteve um vivo conjunto de depoimentos que serviram para a estruturação do filme em sua tradução possível no tempo e no cenário, quase único, de uma sala de aula. O mesmo diálogo que sustentou essa busca de registros e também para a seleção dos atores (leigos em sua maioria) é que nos traz de volta aquilo que foi cunhado por educadores brasileiros como Paulo Freire e Miguel Arroyo a respeito dos temas e palavras geradoras, que tentam compreender a vida vivida pelos alunos de nossas escolas.A centralidade do diálogo, entre o professor e sua turma, poderia nos levar a uma visão somente parcial, somente positiva ou idealizada do efetivamente “vivido” na sala de aula, corredores, pátio e reuniões. Somos brindados com plásticas cenas e planos diretos de imagens que mostram os jeitos de escrita dos alunos em seus cadernos, as suas caretas, as suas trocas de olhares; seus cochichos e seus silêncios. Teríamos aí uma espécie de “proposta pedagógica” a ser seguida. Mas o diretor trouxe também imagens e falas do professor com a mesma densidade daquelas dos alunos.Mas no momento em que os alunos desconfiam do pedido do professor para que escrevessem sobre suas vidas e de seus gostos revela-se o limite desse procedimento. O filme tem aí uma contribuição diferenciada, pois não simplifica a complexidade das interações entre jovens e adultos. O professor, como uma clássica atividade de sala de aula, tenta capturar informações para “sua” função de ensinar, informar e controlar. Os conteúdos e as correções sobre o ensino da língua francesa ficam como ferramentas auxiliares e subordinadas a esse poder do professor, e os alunos percebem e questionam esse procedimento. O realismo desse registro por parte do cineasta sinaliza um imenso respeito aos profissionais da educação que se torna, ao mesmo tempo, uma pista para continuidades em outros “entornos sociais” na medida em que supera uma certa tradição do pensamento pedagógico do “converter ao bom caminho e aos bons resultados”, apagando limites e contradições de nossas práticas de sala de aula. Confidencio que o meu gosto pelo filme está na sua intencionalidade em ser nada mais e nada menos do que uma explícita tentativa em “desvelar” o vivido na sala de aula, entre alunos e o professor e com as conexões possíveis com o entorno social e cultural dos alunos adolescentes e, ao mesmo tempo, como o mundo adulto se manifesta dentro dos seus territórios profissional e pessoal. Isso é muito bom mesmo, pois se no contexto da França o desempenho do professor foi associado como do “colonizador”, ao passar a “língua culta” como norma nós poderemos entender como outros conteúdos podem (ou não) exercer a mesma função disciplinadora. O foco não é a quantidade ou a qualidade do conteúdo, culto ou “popular”, mas sim a mediação que o professor (adulto) realiza num processo de ajustes dos mundos e culturas de seus alunos (adolescentes) em suas múltiplas formas.Depois da sessão de cinema, a gente fica com a cabeça em ebulição, assim como saímos de nossas aulas, provocados que fomos pelas cenas de um ano letivo tão bem concentrado em apenas duas horas do filme. Saí afetado por uma das cenas mais curtas e, ao mesmo tempo, mais silenciosas e até uma tanto lenta se comparada com o restante do filme. Após a entrega das histórias de vida de cada aluno, devidamente avaliadas pelo professor, quando todos já tinham saído festivamente da aula, uma aluna negra, dirige um expressivo olhar ao professor. A linguagem do olhar se transporta para a fala e ela diz, quase sussurrando: “Eu não aprendi nada” para responder a pergunta de despedida, de final de ano sobre o que cada aluno tinha aprendido ao longo do ano. O cineasta produziu continuidades com essa tomada, imagino eu, fazendo um convite para que a gente reaja também. Ficou em aberto o que fazer... e, por isso, no título, o plural nas pedagogias, nos diálogos e nos muros. Penso que o Cantent, neste filme, pedagogiou!* Professor colaborador PPG/EDU/UFRGS (programa de pós graduação em educação UFRGS) e do mestrado Unilasalle.


Conversinhas em sala de aula, desrespeito com o professor, alunos que se negam a tirar os bonés, troca de insultos e empurrões... É bem possível que você já tenha visto esse “filme” no Brasil, mas o cenário de “Entre os muros da escola”, longa-metragem de Laurent Cantet que estreia nesta sexta-feira (13) em alguns cinemas do país, é uma classe de 7ª série da periferia de Paris, na França.

TAMBÉM É PROFESSOR? ALUNO? JÁ VIVEU SITUAÇÕES PARECIDAS EM SALA DE AULA NO BRASIL? COMENTE AO FINAL DESTA REPORTAGEM

Vencedor da Palma de Ouro no Festival de Cannes, em 2008, o filme é baseado no livro homônimo de François Bégaudeau (lançado no Brasil pela Martins Editora), que retrata a experiência de um professor ginasial – ele próprio – às voltas com uma turma que, à primeira vista, não parece muito afim de cooperar. Interpretado também por François, o personagem central da história tem de lidar não só com a falta de interesse dos alunos em sua disciplina mas com as diferenças sociais e o choque entre culturas africana, árabe, asiática e, claro, europeia, dentro das quatro paredes da sala de aula. Rodado durante sete semanas em um colégio do leste de Paris, “Entre os muros da escola” tem ares de documentário e um elenco todo de não-atores – alunos, professores e pais. Louise é a princesinha da classe; Arthur, o emo de poucas palavras; Souleymane, o garoto marrento que chega às vias de fato com o professor e que, por isso, pode acabar expulso da escola... não fosse a aliança com Khoumba e Esmeralda, as amigas inseparáveis e tagarelas a quem, num momento de irritação, François chama de “vadias” – deslize este que pode acabar com mais uma expulsão: a do professor.


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O diretor francês Laurent Cantet (Foto: Divulgação)
É essa “imperfeição”, nas palavras de Laurent Cantet, que distancia seu mestre de tantos outros professores que já passaram pelas telas de cinema, especialmente de Hollywood, nas últimas décadas – de Whoopy Goldberg e Robin Williams a Michelle Pfeiffer e Jack Black. O aspecto falível de François, como explica o diretor do filme na entrevista abaixo, concedida em sua visita a São Paulo nesta terça, fez com que até alguns professores da vida real custassem a se reconhecer no papel. G1 - “Entre os muros da escola” foi lançado há quase um ano, em Cannes, e desde então arrebatou diversos prêmios – da Palma de Ouro ao prêmio Cesar, passando por uma indicação ao Oscar de melhor filme estrangeiro. Elogios à parte, que tipo de recepção você vem encontrando nesse período? Laurent Cantet - Viajei muito com o filme, fui para 24 países, conversei com jornalistas e o mais suprendente é que as perguntas que me são feitas são as mesmas em todo lugar. Mesmo quando falamos dessa sala de aula específica no subúrbio de Paris, parece que tocamos em temas que são mais universais e que todo mundo pode compartilhar. Talvez a única reação realmente contrária ao filme veio de alguns professores franceses que o viram como um documentário e não reconheceram ali sua própria situação. Ficaram chocados com a imagem que eu passei da escola e do modo como os professores trabalharam. Meu professor não é perfeito, ele comete falhas, não é o mesmo daquele tipo de filme americano sobre escolas em que há sempre um professor inspirado ensinando às crianças como a vida pode ser maravilhosa. O nosso é imperfeito, e acho que essa foi uma das razões pela qual alguns criticaram.

G1 – O que se vê em “Entre os muros da escola” e em muitos colégios mundo afora é um grande desinteresse por parte de alguns alunos no que está sendo passado pelos professores. Acha necessário repensar os métodos de ensino? Cantet - Não sou um especialista em educação, mas o que sinto, especialmente por ser pai de dois adolescentes que ainda vão ao colégio, é que a escola tem que aceitar que não está fora da sociedade, não é só um lugar aonde a criança vai para aprender. É preciso aceitar que as crianças chegam à escola com seus próprios problemas, sua própria cultura, e se tem que lidar com isso. Talvez a escola esteja muito fechada em si mesma. Exceto por alguns professores. É um debate bem antigo com professores que acham que a escola é um lugar onde se deve aprender gramática e matemática, e outros que acham que a escola deve dar as ferramentas para que os alunos encontrem seu lugar na sociedade, dar não só o conhecimento mas também o modo de pensar que o ajudará a levar a outro lugar. Quando o professor é mais durão, é mais fácil ficar atrás da mesa dizendo ‘copie isto’, ‘faça este exercício’. Agora, muitos professores estão cansados e talvez se recusem a assumir esse risco de ajudar as crianças a crescer.

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François Bégaudeau (ao fundo) em cena de 'Entre os muros da escola', durante reunião de professores (Foto: Divulgação)
G1 – O que é exatamente o oposto do seu professor no filme... Cantet – Esse é um dos motivos por que adorei o livro logo que li. Há uma cena no filme, quando ele está ensinando o “imperfeito do subjuntivo”, um tempo que ninguém mais usa em francês, e decide não fazer a conjugação dos verbos ele mesmo. Esmeralda pergunta por que usá-lo se há o “imperfeito do indicativo” e o professor diz que é só uma maneira de diferenciar. Ele pergunta, as crianças respondem, ele pergunta novas coisas. No final, tenho certeza de que François concorda com as crianças que falam “não precisamos aprender isso” e que as crianças percebem que a linguagem é um marcador social. Quando Khoumba diz que [o imperfeito do subjuntivo] é um tempo de burguês, ela entendeu tudo naquele momento. E se um dia precisar falar com um burguês, ela poderá fazer. Esse é o modo de ensinar. Se o que você ensina não faz sentido para as crianças, elas esquecerão em duas semanas. G1 – Uma das maiores dificuldades que ele enfrenta na classe é lidar com as diferentes culturas dos alunos. Com o crescimento do processo de imigração nas cidades europeias, isso virou um problema na França? Cantet - No mundo. Fui aos Estados Unidos e ao Canadá para apresentar o filme e eles têm as mesmas questões para encarar agora. A sala de aula é a primeira comunidade em que uma criança pode se sentir envolvida, e são comunidades muito diversas, as mesmas que você encontra na sociedade. E acho que é importante para essas crianças sentirem que têm um papel nessa comunidade. Acho que todo os problemas que a sociedade francesa e de outros países enfrentam agora é que todos esses jovens imigrantes – que talvez nem sejam mais imigrantes, porque a maioria já nasceu lá mesmo -- têm de sentir que a sociedade necessita deles, que lhes dá um lugar. Mas eles não sentem isso e, por isso, claro, se opõem a essa sociedade. Esmeralda diz que não se orgulha em ser francesa, e acho que ela só vai se orgulhar no dia em que se sentir parte da comunidade. Penso que a França e talvez todos os países velhos têm muito orgulho de sua cultura, de sua história, da imagem que as pessoas têm de sua cultura, mas, na verdade, não estão integrando pessoas. Estamos apenas dizendo, se pareça conosco e então vamos aceitá-lo na nossa sociedade. Acho que os EUA fazem isso um pouco melhor do que a gente. G1 – Como foi a sua educação? Cantet - Eu sou de uma cidade pequena, fora de Paris, então o contexto era muito diferente. A escola era diferente também. Não tínhamos o que chamamos agora de “collège unique”, em que todas as crianças, bons ou maus alunos, estudam todas juntas na mesma sala até o colegial. Não era o caso quando eu estava na escola. Na minha sala éramos todos estudantes brancos de classe média. Hoje, meus filhos estudam nos subúrbios de Paris e têm contato com muitas realidades diferentes das suas próprias, o que abre suas cabeças muito mais do que o que eu pude experimentar na idade deles.

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Esmeralda e Khoumba, as amigas inseparáveis da sétima série (Foto: Divulgação)
G1 – Todos os alunos de “Entre os muros das escola” eram não-atores até então. Como acha que o filme afetou a vida delas? Cantet – É difícil saber. Eles tinham 14 ou 15 anos e suas cabeças mudam muito naquele momento, a maturidade está chegando. É difícil saber como elas seriam sem o filme. Posso dizer que eles passaram por momentos maravilhosos, que a experiência foi muito divertida e interessante para eles. Quanto à repercussão na vida deles, percebo que a sua relação com seus professores mudou realmente, agora eles podem conversar. Antes do filme, via que, para eles, os professores não eram só adultos, mas “superadultos”: os que têm a autoridade, os que têm o conhecimento e que pode expulsá-los da escola. Com um status como este, que impressiona, os professores não são vistos como seres humanos. E acho que isso mudou um pouco depois do filme. Outro ponto é que essas crianças não costumavam ser aplaudidas ou reconhecidas pelo que faziam, eram mais acostumadas a serem estigmatizadas ou julgadas por todo mundo. Quando estávamos juntos em Cannes, foi tocante ver o quão felizes estavam por serem reconhecidas pelo trabalho que fizeram. G1 – Pergunto porque tivemos um caso recente, com o filme “Quem quer ser um milionário?”, em que as crianças tiveram suas vidas completamente transformadas após o lançamento do filme. Acha que o diretor tem uma responsabilidade maior nesses casos? Cantet – O que sempre tentei fazê-los entender é que o filme é só um momento da vida delas. Foi emocionante perceber como, em Cannes, onde o sucesso poderia ter subido à cabeça, eles se mantiveram humildes. Estavam felizes com o filme e com si mesmos, mas não basearam suas vidas nisso. O grupo permaneceu unido, nenhum tentou se destacar. Acho que alguns deles gostariam de ter uma experiência num próximo filme. Um já fez um segundo que deve estrear este verão. Mas eles tomaram como oportunidade. G1 – Você voltaria a trabalhar com alguns deles em outros filmes?

Cantet – Certamente alguns deles podem se tornar grandes atores. Ontem [segunda-feira] à noite estava no Rio e vi o final do filme talvez pela 200ª vez. E fiquei impressionado com eles. Porque conheço esses meninos aqui fora e sei que são bem diferentes do que aparentam no filme. São grandes atores, na verdade.


O professor François conversa com Souleymane (centro) e um colega no laboratório de computador (Foto: Divulgação)

G1 – E quanto a François Bégaudeau, autor do livro que inspirou o filme? Como entrou em contato com ele e por que decidiu que ele próprio deveria fazer o papel do professor? Cantet - Dois anos antes de ler o livro, eu já havia escrito o primeiro esboço do roteiro, que era ambientando numa escola como a do livro - também “entre muros”, como eu já havia feito no filme “Recursos humanos” [1999] que se passava numa fábrica. Escrevi a história do Souleymane e fui fazer meu filme então mais recente, “Em direção ao sul”. No dia do lançamento fui chamado a um talk show e François também foi chamado para apresentar seu livro. Ele leu algumas páginas e os diálogos tinham a energia que eu queria para o filme. Na noite seguinte li o livro. Dois dias depois a gente se encontrou de novo e eu propus adaptar o livro, não uma adaptação direta, mas fazer uma extensão dele. A gente pegaria o ponto de partida de uma cena que tivesse sido idealizada por mim e veríamos como a sala iria responder. Nunca tentamos copiar as reações dos personagens do livro no filme, mas ver se elas poderiam acontecer de novo ou não. Foi interessante trabalhar assim. Acho até que [Bégaudeau] não teria se interessado em simplesmente reinterpretar aquilo que escreveu. G1 – Em tempos de reality shows, diria que “Entre os muros da escola” é uma espécie de “Big Brother colegial”? Cantet – Não, acho que não. Tudo ali foi escrito, eles estão atuando. Toda a evolução dos personagens e situações foi planejada. Havia espaço para bastante improvisação, mas tudo partia de um roteiro. O que a gente tentou fazer foi recriar uma impressão de realidade.